Actualidad
06-03-24
Programa Iberdrola-Museo de Conservación y Restauración
Campaña 2023
El Programa Iberdrola-Museo de Conservación y Restauración se concreta en áreas de actuación cuyo objetivo es asegurar la integridad material de las obras de arte para su correcta conservación y exhibición.
La campaña 2023 incluye la generosa donación de la asociación Zenbat Gara y el Euskaltegi Gabiel Aresti de la primera vidriera que entra a formar parte de la colección del museo: se trata de iEné… que sasqueles…!, diseñada por el artista vasco José Arrue.
Destaca, además, por haber seleccionado obras que han requerido de un abordaje altamente especializado y la colaboración interdisciplinar de profesionales bajo la dirección científica del museo. Para la restauración de la vidriera se ha contado con Vitrales Mikel Delika, en Vitoria-Gasteiz. La gran escultura La muerte de Orfeoha sido tratada en las instalaciones de Ártyco, también en Vitoria-Gasteiz. El resto de las obras, incluidas la escultura en bronce Venus mediterránea de Julio Antonio y el extraordinario ejemplo de rejería funeraria de Francisco Durrio, han sido tratadas en los talleres de restauración del museo.
De este modo, desde 2013 la colaboración con Iberdrola permite abordar de forma integral todo el proceso de conservación o restauración -desde los análisis y estudios técnicos preliminares hasta la aplicación de tratamientos- de una selección de piezas de la colección del museo y, en ocasiones, de otras de diversa procedencia que participan en las exposiciones. El programa contribuye, además, al conocimiento artístico a través de la investigación científica, que persigue aplicar soluciones de conservación y restauración bajo criterios de innovación y sostenibilidad coherentes con la singularidad técnica y material de cada una de ellas.
Las mismas pautas se aplican a las obras cedidas en préstamo temporal a otras instituciones. En 2023 la exposición That Time -que pudo verse en Tabakalera (San Sebastián) entre junio y noviembre- propició la exhaustiva puesta a punto de un centenar de obras de diferente naturaleza entre las que destaca el tratamiento de conservación textil efectuado en el tapiz La creación del mundo, de Fernand Léger.
Así mismo, todas las obras que ingresan en la colección son sometidas a un chequeo para valorar y, en su caso, optimizar el estado de conservación. Así ha sido en el lienzo que se expone ahora en el hall El voto en Sainte-Anne d’Auray, de William Bouguereau, adquirido gracias al legado Begoña María Azkue, el gran dibujo sobre papel Sección longitudinal abovedada N-S del Palau Sant Jordi de Barcelona, donado por su autora, la arquitecta Montserrat Ribas, que se exhibe en la sala 15, y el biombo en madera de Charles y Ray Eames, recientemente adquirido, en la sala 3.
La formación de profesionales es otro de los objetivos del programa y con este fin se convocan anualmente las becas Iberdrola-Museo. En 2023, se ha contado con las becarias Marina Aguiar y Sara Hernández.
HALL PEDRO DE ICAZA Y AGUIRRE
Nemesio
Mogrobejo (Bilbao, 1875-Graz, Austria, 1910)
La muerte de Orfeo, 1904-1906
Bronce. 209 x 395 x 61 cm
Aportación de la Diputación Foral de Bizkaia en 1921
La muerte de Orfeo es el cuerpo central de un gran tríptico basado en las Metamorfosis de Ovidio del que quedaron sin modelar los dos relieves laterales, que se conocen por un boceto dibujado. Mogrobejo recoge aquí el momento en que las ménades, despechadas porque Orfeo había rechazado el culto a Dioniso, caen sobre él, poseídas por el frenesí báquico, para darle muerte. El joven, ya herido mortalmente, trata de incorporarse. A la derecha, una bacante sostiene un tirso en las manos; a la izquierda, otra le arranca su corona de mirto y ciprés, y una tercera se agacha para buscar la lira.
Mogrobejo comenzó a trabajar en esta obra, que debía ser su último envío como pensionado, en Florencia durante el otoño de 1904 y, al parecer, solo en la figura de Orfeo invirtió más de un año (de noviembre de 1904 a diciembre de 1905). Realizada en altorrelieve, muy pronto fue considerada una de sus mejores piezas. La obra fue pasada a bronce a finales de 1920 por Fundidores Calahorra, de Madrid, en una operación supervisada por el escultor Valentín Dueñas. En febrero de 1921 fue depositada en el Museo. [Miriam Alzuri]
Tratamiento
En los últimos años el bronce ha sido objeto de estudio pormenorizado debido a la evolución de procesos de corrosión en algunos puntos concretos de la superficie. En 2023 se inició el tratamiento en colaboración el equipo especializado de Ártyco, cuyas instalaciones se encuentran en Vitoria-Gasteiz. La intervención ha consistido en una limpieza acuosa del estrato superficial y en la eliminación localizada de sustancias originadas por la corrosión mediante medios mecánicos. Por último, se han ajustado cromáticamente los ligeros desgastes y las pequeñas pérdidas.
Ver en la colección onlineHALL PRIMER PISO
José
Arrue(Bilbao, 1985-Llodio, Álava, 1977)
Producido por Rigalt, Granell y Cía
(Barcelona, 1903-1923)
¡Ené… que sasqueles…!, c. 1918
Vidrio y plomo. 190 x 181,5 cm
Donación de la Asociación Zenbat Gara y el Euskaltegi Gabriel Aresti en 2023
Arrue ambienta la escena en una playa vasca, posiblemente en Lekeitio, Zarautz o San Sebastián. Uno de los rasgos distintivos del estilo de su autor es la vis cómica de la composición, resultado del choque cultural entre la aldeana acompañada de la niña, a la que protege en su regazo, y el comportamiento de las bañistas. Al pie de la imagen, la expresión «iEné… que sasqueles…!» podría interpretarse como «iAy… qué desvergonzadas…!». El tema se complementa con la rica iconografía distribuida en el perímetro de la vidriera y en los plafones laterales, en los que Arrue representa peces, estrellas y caballitos, cefalópodos, tortugas y otros habitantes del mar. Destacan, además, las dos sirenas del plafón inferior, que flanquean una concha con perlas. La simbología de la vidriera se relaciona con el concepto de la Eva moderna.
Hay que señalar la influencia de la estampa japonesa tanto en los motivos como en la compartimentación de los colores y los planos de profundidad. La cuidada distribución de los animales y su encaje armónico en la estructura de plomo, que delimita los vidrios de manera exquisita, convierten esta pieza en un ejemplo sobresaliente de vitral del arte vasco. [Javier Novo]
Tratamiento
La vidriera ingresó en el museo después de una restauración efectuada en 2017. Estaba dividida en cuatro partes, con la particularidad de que el panel inferior estaba desmontado del bastidor original. Toda la superficie, anverso y reverso, tenía un denso estrato de sustancias procedentes de la contaminación ambiental. La intervención realizada en el museo ha consistido en la limpieza de estas sustancias, el montaje del conjunto y la instalación en un soporte secundario para su exhibición. La restitución de la parte inferior de los dos laterales ha estado a cargo de Vitrales Mikel Delika, de Vitoria-Gasteiz.
SALA 16
Francisco
Durrio(Valladolid, 1868-París, 1940)
Reja para el panteón de la familia Echevarrieta en el cementerio de Getxo, 1930-1931
Hierro forjado. 190 x 110 cm
Donación de la familia Echevarrieta Gangoiti en 2015
Las primeras noticias de esta verja la sitúan en 1931 y en su factura se aprecian detalles decorativos geométricos propios del art déco. Básicamente la pieza se divide en dos secciones: de un lado, las tres cuartas partes superiores conforman una tela de araña sobre la que se agolpan, atrapadas, diversas mariposas, en grupos o aisladas; de otro, la parte inferior muestra un astro solar sobre el que orbitan estrellas menores, todo ello esquematizado. La organización del conjunto responde a una simetría rigurosa. La tela de araña puede ser tomada también como una gran ojiva u ojo místico, en cuyo centro no anida el animal que la tejió, sino un fulgurante ser híbrido o larva suprema. Las únicas arañas, pequeñas, se ubican en la franja del extremo superior. Tanto los animales (arañas, larvas, mariposas) como las referencias al cosmos (sol y planetas) aluden al carácter cíclico de la vida, y a la regeneración y transformación de los seres en entidades vivas de otra naturaleza como superación de la muerte. [Javier González de Durana]
Tratamiento
Fabricada en hierro forjado y cubierta por numerosas capas de pintura no originales aplicadas a lo largo de los años, el principal problema de conservación de esta pieza era la corrosión del metal, que había provocado importantes pérdidas y el debilitamiento general de la estructura.
La intervención ha consistido, por una parte, en la eliminación mecánica de los estratos de pintura y las corrosiones; y por otra, en el tratamiento químico del metal para inhibir la oxidación. Finalmente se ha diseñado una nueva estructura secundaria que permite replicar la instalación original.
Babeslea: