Programa Iberdrola Museo 2014

Presentación de las obras restauradas

Iberdrola apoya el programa de Conservación y Restauración del museo financiando el estudio y tratamiento anual de una serie de obras de su colección permanente, así como una Beca de Formación en el departamento de Conservación y Restauración. A lo largo de este año 2014 se ha intervenido en las siguientes piezas: una tabla flamenca del siglo XVI; dos pinturas de autores vascos, Antonio María Lecuona y Juan Barroeta, del siglo XIX; y otras dos de contemporáneos: Vicente Ameztoy y Mikel Díez Alaba. Por último, de la sección de obras sobre papel, se ha trabajado sobre 15 dibujos fechados en las últimas décadas del siglo XIX del bilbaíno Roberto Laplaza.

La puesta a punto de estas obras ha requerido diversos tipos de intervención según su estado de conservación. De este modo, se han llevado a cabo actuaciones encaminadas a la conservación preventiva, como el enmarcado y montaje con materiales específicos para cada una de las obras. Este capítulo es especialmente significativo en el caso de los dibujos sobre papel de Roberto Laplaza, que, por la fragilidad intrínseca del soporte, precisan un enmarcado específico que minimice el impacto de las variaciones ambientales de humedad, luz y temperatura. Asimismo se ha cambiado el marco de la pintura flamenca La Flagelación, eligiendo uno acorde con su época, dotado de un sistema de protección en caja climática con cristal orgánico antirreflectante, que no entorpece su visión pero protege la obra de cualquier agente perjudicial.

Otros trabajos se han desarrollado en el campo de la investigación científica, como las analíticas efectuadas para conocer la naturaleza exacta de los pigmentos, aglutinantes y barnices que componen la superficie pictórica de las obras. Es el caso de la mencionada pintura flamenca, su análisis ha aportado valiosos datos para su mejor conocimiento. También de la obra de Vicente Ameztoy, que ha servido para determinar la composición de los barnices y sustancias no originales que alteraban la superficie pictórica.

Por último, se han realizado tareas específicas de conservación, como la consolidación de la materia y su estabilización estructural o química, y de restauración, en el caso de la reintegración de faltas de materia pictórica. Tras la limpieza y eliminación de barnices oxidados de las obras más antiguas se comprobó en todos los casos la existencia de pérdidas o lagunas de la capa pictórica retocadas con mayor o menor fortuna en restauraciones antiguas. Exigieron un riguroso trabajo de reintegración cromática para devolver la unidad visual a cada obra, algo que ha resultado especialmente minucioso en el Retrato de mi familia, de Juan Barroeta, obra visiblemente afectada por intervenciones no originales mal efectuadas.

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Video: Restauración – «Retrato de mi familia», de Juan Barroeta