Kuros ? - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Kuros ?

Anónimo. Siglos VI-V a. C

Bronce

10,36 x 3,12 x 1,49 cm

Siglo VI-V a. C.

82/901

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura masculina estante. Se asienta con firmeza sobre las dos piernas, cortas, rectas y separadas, en las que apenas se aprecia la articulación de las rodillas por un leve ensanche de las pantorrillas. Los pies son cortos y finos. Las caderas se estrechan hacia la cintura sin hacer notar ninguna indicación de sexo, y el pecho se ensanhacia los hombros, desde los que caen los brazos ligeramente arqueados, cuyas manos se apoyan sobre las caderas con las palmas abiertas. Los dedos están indicados por incisiones en frío. El cuello es largo y estimientras que la cabeza tiene configuración oval en el rostro, con la frente muy alta, pero sin tocado ni representación del cabello. Las facciones están talladas en frío con ranuras para componer la boca, las cejas y los ojos, mientras que la nariz parece estar recortada a golpes de cincel. Tiene adosadas a los lados las orejas en forma de dos plaquitas ovoides. Se aprecian líneas de limados superficiales en el pecho y en la espalda, así como een la parte trasera de la cabeza, que está cortada en plano, lo que produce mayor efecto de aguzamiento en la parte superior de la cabeza.

Dentro de las múltiples semejanzas con los exvotos ibéde los santuarios de Despeñaperros, nuestra figura ofrece algunos rasgos peculiares. En principio parece que debe ser considerada una figura varonil, ya que en las clasificaciones formales que se hacen de este tipo de piezas no existen grupos de figuras femeninas desnudas con los brazos arqueados y las manos sobre las caderas1. De otra parte, podría decirse que, si se tratase de un varón, sería uno de los más cercanos a la pose habitual en los kuroi griegos, a los que es necesario referirse como origen inicial de su modelo iconográfico. Sin embargo, la forma de la cabeza con la frente alta ofrece muchas similitudes con la de las cabezas femeninas tocadas con velo, bajo el que puede suponerse la exisde una peineta que realza su altura, mientras que en las figuras masculinas lo más habitual es que la frensea considerablemente baja.

Es necesario, por tanto, considerar esta figura como prode un taller o un broncista poco representado en las colecciones publicadas, que ofrece además, por lo incorrecto de la fundición y los numerosos retoques de lima, un aire de imperfección que no es incompatible con el atractivo general de la pieza. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 319-321, n° 57.