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Espadachín
Zamacois, Eduardo
Bilbao, 02/07/1841 - Madrid, 12/01/1871
Acuarela y lápiz sobre papel
26 x 18 cm
ZAMACOÏZ. (ángulo inferior derecho)
c. 1868
Tercer cuarto de siglo XIX
03/25
Adquirido en 2003
Espadachín probablemente fue realizada en fechas cercanas a la fundación del grupo Los Cinco del Cuerpo Legislativo por Zamacois y sus amistades francesas, que trabajaron notablemente la acuarela. En ella sigue la corriente del nuevo gusto burgués del Segundo Imperio, en el que triunfaron determinadas representaciones intrascendentes asuntos de época, muy apreciadas entre las clases altas europeas. Tanto que, por ejemplo, las colonias artísticas españolas en Roma y París las utilizaron profusamente como recurso creativo.
Zamacois tuvo ocasión de conocer la temática del Espadachín durante su etapa de formación con Meissonier. En este sentido, no hay que olvidar que en 1844 Alejandro Dumas había escrito una de sus obras más populares, Los tres mosqueteros, y que su hijo, el también literato Alejandro Dumas hijo, fue contertulio de Zamacois en la capital francesa. Aparte de esta obra, se conservan otras que representan espadachines, si bien éste no fue uno de los temas preferidos por el pintor.
En la acuarela, Zamacois representa una tipología de espadachín francés que se corresponde a la época de los monarcas Luis XV y Luis XVI. Lleva el pelo corto y una fina perilla, y va ataviado con un saco anaranjado, chaleco y capa, cogida de medio lado para poder ocultar el florete que cuelga de su cintura; enguantado, sostiene en su mano izquierda un sombrero con plumón blanco y viste unas calzas holgadas que se abrochan con un lazo verde a la altura de la rodilla; además, ciñe unas medias rojas y calza zapatos con lazo, que sustituyó a la hebilla, tradicional durante el siglo XVII. A esta erudición arqueológica, herencia directa de su maestro Meissonier, se le añade el contraste entre la pose del espadachín meditabundo y cabizbajo y el austero escenario en el que se encuentra con paredes desconchadas, un cántaro de cobre y una ventana con barrotes dobles, que acentúa el protagonismo de la figura.
Como acostumbra a hacer en sus acuarelas, destaca la presencia de la figura mediante un espacio sin concesión a la profundidad, lo que le permite revelar al espectador su personalidad. Aquí, el Espadachín un hombre de armas del que se presupone valentía y seguridad en sí mismo, es presentado como una persona que parece reflexionar sobre su manera de ser y actuar. (Javier Novo González)
Bibliografía seleccionada
- Zamacois, Fortuny, Meissonier [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2006. pp. 168, 170, n° cat. 39.
- De Goya a Gauguin : el siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Valencia, Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana ; Caja Duero, 2006. pp. 144-145, n° cat. 32.
- De Goya a Gauguin : el siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Salamanca, Caja Duero, 2007. pp. 144-145, n° cat. 32.
- Dibujos, grabados y acuarelas [del] siglo XIX : de Goya a Benlliure : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2007. pp. 150-153, n° cat. 242.
- Adquisiciones 02/07 [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2007. pp. 36-37, n° cat. 9.