A la manera de Sakata Kinpira - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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A la manera de Sakata Kinpira

Masanobu, Okumura

Japón, 16/06/1686 - Japón, 17/04/1764

Xilografía

24,4 x 38,8 cm

Tobu Yamato gashi Okumura Masanobu zu (東,武,大,和,畫,工, 奥,村,政,信,圖,) y sello de artista Masanobu

1710

Primer decenio de siglo XVIII

82/761

Donación de doña María de Arechavaleta, de la colección de don José Palacio, en 1953

Okumura Masanobu fue uno de los artistas más importantes de las primeras décadas del siglo XVIII. Trabajó en géneros muy diversos, como el teatral, el de mujeres hermosas, el de escenas eróticas, el de parodias y, en menor medida, el de guerreros. Su estilo puede considerarse una fusión del arte de los primitivos Hishikawa Moronobu, Torii Kiyonobu y Nishikawa Sukenobu. Además de artista, era propietario de la editorial Okumuraya, lo que le permitió experimentar con gran libertad nuevas técnicas, estilos y formatos. Esta obra combina el género de los guerreros musha-e con un tratamiento de parodia mitate-e. El personaje representado es el hercúleo y violento guerrero Sakata Kinpira, portador de una gran espada, aunque aquí aparece vestido de monje budista, con un rosario juzu en una mano. Sakata Kinpira fue la creación de ficción del narrador Sakurai Tanba no Shojo, activo en el tercer cuarto del siglo XVII. Posteriormente, el gran actor de kabuki Ichikawa Danjuro I (1675-1704) convirtió a este personaje en uno de los superhéroes violentos más conocidos del periodo Edo. Este enérgico guerrero era hijo del legendario héroe Sakata Kintoki, conocido en su infancia como Kintaro, presente en otras dos interesantes estampas de la Colección Palacio. El tono de parodia de la escena radica en la enorme copa de sake que ha bebido el embriagado Sakata Kinpira y en la mirada de complicidad con el espectador que lanza Daruma, el gran patriarca del budismo Zen, desde una pintura colgada detrás, en el tokonoma, un lugar de honor de la habitación que se suele decorar con pinturas y arreglos florales ikebana. El ikebana presenta, en un jarrón, unas flores de lirio, que en la cultura japonesa se asocian a la virilidad de los samuráis y en la pintura aparece el mencionado Daruma con su inconfundible iconografía, que muestra al monje indio con los ojos sin párpados, pues según la leyenda se los cortó para no dormirse en la meditación. De sus párpados arrojados al suelo brotó el arbusto del té. Sin embargo, no es té lo que bebe Sakata Kinpira, sino sake o vino de arroz. Aparte de la reprobación de la mirada de Daruma, la estampa posiblemente lleva un juego de palabras en el título, en el que se relaciona el verbo entrar y la palabra nyujaku, que significa nirvana, en alusión a la particular luminación que le provoca a Sakata Kinpira el alcohol. Esta rara estampa se conserva también en el Metropolitan Museum de Nueva York y en el San Diego Museum of Art. (David Almazán, 2014)

Bibliografía seleccionada

  • Arte japonés y japonismo [Cat. exp.]. Bilbao, Bilboko Arte Ederren Museoa-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2014. pp. 250-251, n° cat. 62.