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Tras concluir los tres cuadros para la Sociedad Bilbaína, en 1888 Guiard abandonó Bilbao por la tranquila localidad costera de Bakio en la búsqueda de un contacto directo con la naturaleza, como hiciera el año anterior Anselmo Guinea con Lekeitio a su regreso de Roma. Dos años después se trasladó a un caserío en Murueta, que le sirvió de base de operaciones para poder trabajar en la zona de la ría de Urdaibai.

A unas de las salidas pictóricas de esta época pertenecen las dos acuarelas que nos ocupan, realizadas en algún soleado día del verano de 1893. Anteiglesia de Zamudio reproduce el interior del pórtico de la iglesia, otorgando un especial interés a la estructura de madera que cubre el espacio de acceso al templo.

El tema fue habitual entre los paisajistas de fin de siglo, y, al margen del conocido ejemplo de las series realizadas por Monet, entre los artistas vascos contemporáneos encontramos el mismo interés por las parvas en Darío de Regoyos o Juan RRochelt, ambos compañeros y amigos de Guiard.

Los verdes, amarillos y malvas empleados se ajustan al habitual cromatismo matizado de Guiard. (Mikel Lertxundi Galiana, 2009)

Bibliografía seleccionada

• Homenaje a Adolfo Guiard : exposición de sus obras [Folleto]. Bilbao, Asociación de Artistas Vascos, 1916. p. 14, n° cat. 26.
• Anselmo Guinea y Adolfo Guiard [Cat. exp.]. Bilbao, Banco de Bilbao, 1980. p. 56.
• González de Durana, Javier. Adolfo Guiard : estudio biográfico, análisis estético, catalogación de su obra [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao ; Caja de Ahorros Vizcaína, 1984. p. 2035, n° cat. 8. (Con el título 'Pórtico de la Iglesia de Zamudio')
• Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 60-63, n° cat. 19.