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Las Regatas Internacionales de San Sebastián de 1930 se disputaron entre el 9 y el 13 de septiembre. En ellas participaron un total de 38 balandros, entre los que curiosamente se encontraba la embarcación Huevo Mol, perteneciente al artífice de la recién construida sede del Club Náutico, José Manuel Aizpúrua387. El cartel anunciador de la competición de este año corrió a cargo de Rafael Elósegui, autor de los de las ediciones de 1928 y 1929. Un análisis comparativo de estos tres afiches pone de manifiesto su progresiva evolución hacia la simplificación de las formas y la abstracción del paisaje. De hecho, su propuesta de 1928 tiene un planteamiento naturalista y se desarrolla en un entorno perfectamente identificable. Así, la concreción de la panorámica de la bahía de La Concha en la que se aprecian el monte Igueldo, la isla de Santa Clara y el monte Urgull, da paso en 1929 a un paisaje de altamar totalmente neutro.

El cartel anunciador de las Regatas Internacionnales de San Sebastián de 1930, puede considerarse como la culminación de un proceso que ya se percibía en la propuesta que Elósegui realizó el año anterior. Las referencias al paisaje marítimo son mínimas, aunque suficientes para no desvirtuar el mensaje que se pretende transmitir, y la gama de colores se reduce a la combinación de dos tintas con el fondo del soporte. Estos tres colores, el rojo, el azul y el blanco, se corresponden con los de la insignia del Real Club Náutico de San Sebastián. Por otro lado, esté relacionado directamente o no, este camino emprendido por Elósegui hacia la depuración de las formas y la economía en el uso de los elementos, coincidió con la construcción y los primeros meses de uso práctico del nuevo Club Náutico. La teoría de la influencia de este novedoso lenguaje arquitectónico en este cartel, cobra aún más fuerza si tenemos en cuenta la afinidad de este artista con el medio, pues pese a que no llegó a concluir la carrera, Rafael Elósegui fue estudiante de arquitectura.

Uno de los grandes atractivos de esta propuesta reside en lo innovador de su lenguaje. De hecho, algunos de los carteles de deportes náuticos del momento, como el que Melchor Font dibujó para anunciar las Regatas Internacionales de Barcelona de 1929, poco o nada tienen que ver con este afiche de Elósegui. Por otro lado, pese a que su planteamiento compositivo es muy cercano a carteles como el que Adolphe Cossard (1880-1952) llevó a cabo en 1930 para promocionar el turismo en Aix les Bains (Francia), lo cierto es que su sintaxis es muy diferente. Asimismo guarda cierta afinidad con el que Sandy Hook (1879-1960) realizó para publicitar la ruta Marsella-Túnez-Argel de la Compañía General Trasatlántica, obra que también parte de un fondo de color plano y tiene el motivo figurativo inserto en una forma geométrica. Sin embargo, ninguno de estos ejemplos hace gala de un lenguaje tan avanzado como el utilizado por Rafael Elósegui, cuya estética, en este cartel, se halla en consonancia con algunas de las características presentes en los diseños que algunos artistas ligados al constructivismo, como Alexander Rodchenko (1891-1956) o El Lissitzky (1890-1941), llevaron a cabo en los años veinte. (Mikel Bilbao, 2011)

Bibliografía seleccionada

• Mensajes desde la pared : carteles en la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1886-1975 [Cat. exp.]. Bilbao, Bilboko Arte Ederren Museoa-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2015. p. 217, n° cat. 103.
• Arte y artistas vascos de los años 30 = 30 urtearen hamarkadako euskal artea eta artistak [Cat. exp.]. Donostia-San Sebastián, Gipuzkoako Foru Aldundia = Diputación Foral de Guipuzcoa, 1986. p. 248.
• Novecentismo y Vanguardia, 1910-1936 : en la colección del Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 226-227, n° cat. 67.