Actualidad
13-06-23

That Time
Un nuevo relato sobre el arte y la memoria de nuestra colección en Tabakalera
Tabakalera y el Museo de Bellas Artes de Bilbao presentan la exposición conjunta «That Time». Ambas instituciones se estrenan en la que es su primera colaboración, surgida a raíz de las obras de ampliación que lleva a cabo en estos momentos el museo bilbaíno. Las obras han viajado desde Bilbao a San Sebastián en un viaje inverso al habitual, desde la colección de un museo hasta un centro de creación contemporánea, y estarán expuestas en Tabakalera desde mañana hasta el próximo 5 de noviembre. La muestra ha sido comisariada por el equipo interno de ambas instituciones: Miriam Alzuri, Conservadora de Arte Moderno y Contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao, y Oier Etxeberria, responsable del Programa Público del Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera.
El pasado y el presente han sido los dos ejes fundamentales de la labor coleccionista del Museo de Bellas Artes de Bilbao, fundado en 1908 y que cuenta con ejemplos significativos de las manifestaciones artísticas surgidas entre el siglo II d. C. y nuestros días. Por su parte, Tabakalera, un centro que tiene entre sus misiones impulsar la creación contemporánea, el arte y los debates de nuestro tiempo, se presenta como lugar idóneo desde donde ofrecer una nueva visión sobre la colección del museo. Por tanto, «That Time» se aproxima a la colección con una mirada asentada en el presente que se desplaza también por tiempos pasados y futuros.
La exposición tiene como origen la colección del museo que ahora se extiende en Tabakalera para proponer un relato sobre el arte y la memoria. Su título proviene de la pieza teatral de Samuel Beckett That Time (Aquella vez, 1976), en la que el poeta y dramaturgo irlandés hace intervenir y cruza tres voces humanas que remiten a tres momentos distintos de la vida del protagonista: las voces de la juventud, la madurez y la vejez. De manera similar, la muestra se articula, en un recorrido circular a través de los espacios expositivos de Tabakalera, en tres ámbitos reflejados en esas tres voces que recrean el pasado (Voz C, de la vejez), el presente (Voz A, de la madurez) y el futuro (Voz B, de la juventud), y, de este modo, sitúan al visitante frente a tres aspectos distintos del tiempo y de la historia de una colección.
Con una ampliación del espacio expositivo de más de 500 metros cuadrados, «That Time» ocupa un total de 1.500 metros cuadrados de exposición con 107 obras de 76 artistas que conforman un recorrido circular a lo largo de la primera planta de Tabakalera.
La muestra da la bienvenida al visitante con once bustos escultóricos de autores y épocas distintas que llaman la atención sobre el carácter memorial del retrato que, frente a la fragilidad del mundo y de las cosas temporales, mantiene vivo el recuerdo del ausente. Fomenta la memoria y la lleva, desde el pasado, a otro tiempo (el tiempo de los vivos) y a otro lugar (el presente). Aquí los hay anónimos y de fecha imprecisa, otros realizados por conocidos artistas (Francisco Durrio, Quintín de Torre, Josep Clará, Eduardo Arroyo). Entre los efigiados hay personas célebres en su tiempo (el pintor Aurelio Arteta, la bailarina y cantante afroamericana Joséphine Baker), junto a otros hoy desconocidos. Los once bustos conviven en el espacio con la nueva producción Pausa Pulsar, creada por la artista Ainara LeGardon, una composición vocal que se podrá escuchar a través de altavoces de diferentes épocas, tamaños y características, concebidos a su vez como bustos parlantes.



Voz C, de la vejez
En la primera sala (Voz C, de la vejez ) obras de Vicente Ameztoy, Ibon Aranberri, Bonifacio, Marta Cárdenas, Juan Luis Goenaga, Susana Talayero o Cy Twombly recrean un tiempo pasado y arcaico −pero no concluido−, un tiempo en el que “lo que fue” aún no se ha ido del todo. La presencia material del pasado es perceptible aún en formas artísticas del presente (Ídolo, de Joan Pié; Mujer de la langosta, de Alberto; Ocho menhires bidimensionales, de Elena Asins; Raíces, de Remigio Mendiburu). Y los enigmas de un presente secularizado (El cazador, de Óscar Domínguez; Figura tumbada en espejo, de Francis Bacon), conjurados mediante el ritual y el mito en la escultura medieval (San Juan al pie de la cruz, anónimo español del siglo XIV) o la pintura de altar (San Francisco en oración, del Greco) con sus representaciones de la vida divina y el destino del hombre.



Voz A, de la madurez
Domesticar el tiempo, dividirlo en unidades homogéneas −ocho horas para trabajar, ocho para el descanso, ocho para el ocio− y organizarlo racionalmente fue el objetivo de la revolución industrial del siglo XIX, cuyas consecuencias aún vivimos. La segunda sala de la exposición (Voz A, de la madurez) es la del tiempo presente, donde los imperativos de la sociedad tecnológica e industrial se manifiestan en la obra de numerosos artistas (Vicente Cutanda, Celso Lagar, Daniel Vázquez Díaz, Aurelio Arteta, Agustín Ibarrola, June Crespo). La tecnología y la energía fabril como potentes fuerzas creativas; la guerra y sus consecuencias como poderosos daños colaterales (Goya, Anthony Caro, Mari Puri Herrero, Idoia Montón, Vicente Larrea, Iñaki Gracenea).



Voz B, de la juventud
La última sala enfrenta al visitante a las incertidumbres del tiempo futuro a través de la Voz B, que en la obra de teatro de Beckett corresponde a la de la juventud. Obras de Txomin Badiola, Fernand Léger, Markus Lüpertz, Nemesio Mogrobejo, Miren Arenzana o Maria Helena Vieira da Silva recrean las diversas formas en que los artistas contemporáneos han afrontado la historia del arte -el pasado y sus fantasmas− para crear un arte nuevo. Por el contrario, en La Santa Faz de Zurbarán la imagen de un cuerpo ausente y espectral es convertida por el artista en una presencia perpetua.
Junto a la ya comentada Pausa Pulsar de Ainara LeGardon e interrumpiendo la continuidad de las obras pertenecientes a la colección del museo se presentan también en «That Time» otras dos obras más encargadas a dos artistas contemporáneos −The Same Ground de Ilke Gers y Exergo de Jorge Moneo. A modo de film-ensayo, Exergo plantea una serie de relaciones hipotéticas entre algunas pinturas del Museo de Bellas Artes de Bilbao y las circunstancias materiales en las que se desarrolla la labor profesional de los/as artistas, tanto pasados como contemporáneos. Por su parte, The Same Ground de Gear, realizada en el suelo del exterior de la sala de exposiciones y compuesta por letras, fragmentos de letras, símbolos y signos funciona como una partitura temporal que se mueve entre el lenguaje y el gesto.
La película That Time que adapta la obra de teatro de Samuel Beckett del director de cine y artista multimedia Charles Garrad cierra el recorrido circular de esta exposición.



El catálogo
La exposición «That Time» cuenta con un catálogo que recoge los textos curatoriales de los dos comisarios de la muestra junto al ensayo “El arte como brújula y reloj” de la doctora en Historia de las Ciencias por la Universidad de Harvard Jimena Canales. El catálogo incluye, además, el texto original de Becket de 1976 junto con la traducción al castellano de 1987 y por primera vez, ahora, al euskera. La publicación ha contado con el patrocinio de Petronor y se podrá adquirir por 20 euros en el Punto de Información de Tabakalera y en la tienda del museo.