Actualidad
22-01-20

Programa Iberdrola-Museo 2019
Presentación del Programa de Conservación y Restauración
Iberdrola, patrono del museo desde 2001, favorece una de las misiones fundamentales del museo, como es la de conservar su colección de obras de arte. Con este propósito, a través del programa Iberdrola-Museo de Conservación y Restauración desde 2013 se seleccionan anualmente obras de la colección que precisan tratamiento. Pero, además, el pasado 2019 se incorporó una nueva línea de actuación sobre obras que participan en exposiciones temporales. De este modo, de Ignacio Zuloaga 1870-1945 se trataron un dibujo y 22 óleos, y entre ellos, una de las obras maestras de la colección, el Retrato de la condesa Mathieu de Noailles (1913). De Isabel Baquedano. De la belleza y lo sagrado, 34 obras sobre papel y 95 pinturas, que incluyeron Sin título (c. 1972), recientemente adquirida por el museo. Por último, también se hizo el estudio del dibujo subyacente del Tríptico de la Anunciación de Joos van Cleve, que la Catedral de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) cedió al museo para formar parte del programa La Obra Invitada.
Entre las obras de la colección que ahora se presentan por vez primera destaca la de Mamerto Segui, adquirida en 2018 y que permite incorporar a este artista bilbaíno inédito en la colección del museo con una de sus obras principales. Aumenta también la representación de Regoyos gracias al paisaje donado en 2019. Por último, se exhiben 24 dibujos de mediados del siglo XIX de Roberto Laplaza, con los que se concluye la recuperación del conjunto de 112, que comenzó en el programa Iberdrola-Museo 2014.
Por orden de exhibición, las obras restauradas son: Retrato de la esposa del pintor y su hijo Ricardo (c. 1918) de Ricard Canals; Sin título (c. 1972) de Isabel Baquedano; Retrato de la condesa Mathieu de Noailles (1913) de Ignacio Zuloaga; Job y sus hijos (c. 1650) de Domenico Piola; El hierro, depósitos (c. 1900) de Darío de Regoyos; 38 dibujos de mediados del siglo XIX de Roberto Laplaza, de los que se expone una cuidada selección; Zamacola dictando a sus escribientes (1881) de Mamerto Segui; Retrato de Stéphane Mallarmé (1891) de Paul Gauguin; Músicos (c. 1620-1623 ) de Pieter Fransz de Grebber; y Zoco de Tánger (c. 1912) de Francisco Iturrino.
Los tratamientos efectuados consolidación de materia pictórica y soportes, tratamiento de estratos superficiales, reintegración cromática y montaje han optimizado el estado de conservación de las obras. Además, los análisis técnicos estudios del dibujo subyacente mediante reflectografía infrarroja, radiográficos y de luz ultravioleta han arrojado información muy valiosa para definir las propuestas de intervención y profundizar en el conocimiento de las obras y artistas.
RICARD CANALS
(Barcelona, 1876 – 1931)
Retrato de la esposa del pintor y de su hijo Ricardo, c. 1918
Óleo sobre lienzo. 143,5 x 85,5 cm
Aportación de la Diputación Foral de Bizkaia en 1920
Sala A
Adquirida por la Diputación Provincial de Vizcaya en la Primera Exposición Internacional de Pintura y Escultura celebrada en Bilbao en 1919, esta obra del pintor y grabador catalán Ricard Canals es un claro ejemplo del estilo modernista de principios del siglo XX en el que puede apreciarse la herencia de la escuela española. En las revisiones de conservación preventiva se observó un déficit en la adherencia entre la materia pictórica y el soporte que aconsejaba la restauración de esta obra. Se ha procedido en primer lugar a una meticulosa limpieza superficial que ha optimizado la consolidación de los estratos pictóricos, devolviendo la cohesión al conjunto. Asimismo, se han realizado los ajustes cromáticos necesarios y se ha reparado una rotura estructural del bastidor que producía deformaciones en el soporte. El marco también ha sido restaurado con un tratamiento de limpieza y reintegración de la policromía.
ISABEL BAQUEDANO
(Mendavia, Navarra, 1929 – Madrid, 2018)
Sin título,
c. 1972
Óleo sobre lienzo. 81 x 100 cm
Adquirido en 2019
Sala E
Isabel Baquedano es una de las figuras más personales de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX. Impulsora de la Escuela de Pamplona en los años sesenta, fue muy respetada en círculos restringidos y expuso con regularidad su trabajo, adscrito a la figuración, tanto en Madrid como en el País Vasco.
El tratamiento de esta obra se ha iniciado con la fijación preventiva de las zonas con riesgo de desprendimiento de materia pictórica. Una vez estabilizada, se han corregido las deformaciones del soporte. El cuadro presentaba un denso estrato de suciedad superficial que ha sido eliminado mediante una limpieza acuosa que ha permitido recuperar sus valores cromáticos. A continuación, se ha consolidado la materia pictórica, se han estucado las pequeñas pérdidas y se ha procedido a la reintegración cromática de las lagunas.
IGNACIO ZULOAGA
(Eibar, Gipuzkoa, 1870 – Madrid, 1945)
Retrato de la condesa Mathieu de Noailles, 1913
Óleo sobre lienzo. 152 x 195,5 cm
Donación de don Ramón de la Sota y Llano en 1919
Sala F
El renombre del que gozó Zuloaga, cuyo éxito le convirtió en uno de los artistas más cotizados y respetados internacionalmente a principios del siglo XX, le permitió acometer innumerables encargos de personalidades del momento, como este de la poetisa Anna-Elisabeth de Brancovan.
Se ha realizado un estudio técnico completo mediante análisis de rayos X, reflectografía IR, luz ultravioleta e identificación microscópica de materiales. Los datos derivados de estos estudios se han combinado con la documentación existente para trazar el historial de restauraciones de la pintura, la primera de ellas realizada por el propio Zuloaga. La intervención actual se ha iniciado tratando los estratos pictóricos mediante una limpieza superficial con una solución tamponada y el ajuste de los antiguos retoques y del barniz. Por último, se han corregido las deformaciones del lienzo con la mini-mesa de baja presión.
DOMENICO PIOLA
(Génova, Italia, 1628 – 1703)
Job y sus hijos, c. 1650
Óleo sobre lienzo. 175,5 x 220 cm
Adquirido en 1925
Sala H
Cuando ingresó en el museo en 1923 esta obra fue atribuida a Giovanni Lanfranco, pero el descubrimiento de la firma en 1995 durante una restauración rescató la autoría de Domenico Piola, uno de los representantes principales de la escuela genovesa del Barroco italiano.
El óleo, de fuerte impronta tenebrista, mostraba algunas degradaciones de baja intensidad que comprometían su correcta lectura. La intervención ha consistido en la limpieza superficial de los estratos pictóricos y el ajuste tanto de los antiguos retoques como del barniz. Hay que destacar la sustitución del marco, que resultaba demasiado invasivo, por otro restaurado y adaptado para esta obra, incluyendo su limpieza y consolidación y la reintegración volumétrica y cromática. Con esta restauración se ha puesto en valor la presentación de esta magnífica pintura. .
DARÍO DE REGOYOS
(Ribadesella, Asturias, 1857 – Barcelona, 1913)
El hierro, depósitos, c.1900
Óleo sobre tabla. 32,5 x 55,1 cm
Donación particular en 2019
Sala I
A lo largo de toda su vida Regoyos mantuvo una estrecha relación artística y familiar con el País Vasco, desempeñando un papel fundamental en la modernización de la pintura vasca.
Esta pequeña tabla, un paisaje minero de la localidad vizcaína de Gallarta, ingresó en el museo con una rotura horizontal que la dividía en dos partes. Se confirmó la presencia de insectos xilófagos y por ello se procedió a un tratamiento de anoxia. Los estratos pictóricos presentaban depósitos de sustancias orgánicas e inorgánicas, alteraciones cromáticas, especialmente en el celaje, y una capa de suciedad superficial. La intervención comenzó con una limpieza acuosa gelificada y de pH ajustado, y después se eliminaron las partículas con ayuda de un microscopio digital. Para terminar, se estucaron y reintegraron las pequeñas pérdidas, se ajustaron cromáticamente las alteraciones y se aplicó una capa de barniz de bajo peso molecular.
ROBERTO LAPLAZA
(Bilbao, 1842-Madrid,1930)
Batalla de Munoles, 1869
Carboncillo sobre papel. 31,4 x 44,3 cm
Adquirido en 2007
Sala L
La trayectoria artística del bilbaíno Roberto Laplaza transcurrió principalmente en Madrid, donde se formó en el academicismo vigente a mediados de siglo XIX. Allí obtuvo la cátedra de dibujo de la Escuela de Artes y Oficios, y desarrolló una importante carrera como pintor de caballete, aunque destacó también en la pintura decorativa.
Con la restauración de estos dibujos de Laplaza se concluye la recuperación del conjunto de 112 que comenzó en el programa Iberdrola-Museo 2014. La mayoría presentaba patologías en común, y entre ellas manchas de marea, ataques de microorganismos, y degradaciones y pérdidas del soporte. Se ha efectuado una limpieza mecánica mediante brochas y gomas específicas, y se ha procedido a la estabilización química del papel. También se han tratado las deformaciones y reintegrado las pérdidas de soporte mediante injertos, para finalizar realizando los ajustes cromáticos necesarios y un montaje de conservación en carpetas de cartón neutro.
PAUL GAUGUIN
(París, 1848 – Atuona, Islas Marquesas, 1903)
Retrato de Stéphane Mallarmé, 1891
Aguafuerte, buril y punta seca sobre papel Arches 440 x 305 mm (papel) – 183 x 143 mm (huella)
Adquirido en 2019
Sala L
Gauguin grabó el retrato del crítico y poeta Stéphane Mallarmé en 1891 como gesto de amistad por la ayuda que este le había prestado en la venta de algunas de sus obras para costear su viaje a las Islas Marquesas. Además de por su personal estilo, el retrato de Mallarmé destaca por ser el único aguafuerte conocido dentro de la producción gráfica del artista.
El papel presentaba suciedad superficial y un amarilleamiento irregular más acentuado en las zonas expuestas a la luz. Se observaban también puntos de foxing, así como arrugas, pliegues y deformaciones que indicaban que la estampa había estado enrollada. La intervención ha consistido en la limpieza superficial con goma mecánica y el tratamiento localizado de las manchas de foxing y de las arrugas. Para corregir la acidez del papel, se ha procedido a la desacidificación por contacto en el reverso. Finalmente, la obra se ha montado en una carpeta de conservación.
MAMERTO SEGUI
(Bilbao 1862 – 1908)
Zamacola dictando a sus escribientes, 1881
Óleo sobre tela. 142 x 110,5 cm
Adquirido en 2018
Sala S
De formación académica, Mamerto Segui destacó en la pintura de historia. Esta obra, que representa al notario y político Simón Bernardo Zamacola dictando la defensa de los fueros vizcaínos, fue presentada en la Exposición Provincial de Vizcaya de 1882, donde obtuvo la medalla de plata.
Llegó al museo en un estado de conservación delicado, pues el soporte y la materia pictórica tenían daños estructurales. La restauración se inició en el estrato superficial eliminando los barnices oxidados y los repintes que cubrían parte de la materia original. Especialmente relevante ha sido la intervención sobre el soporte, que ha consistido en el tratamiento de dos grandes roturas restauradas anteriormente y en el refuerzo de la tela original mediante un soporte secundario o entelado flotante. Para finalizar, se ha procedido al estucado, a la reintegración cromática de las numerosas y extensas lagunas, y a un barnizado con una resina de bajo peso molecular.
PIETER FRANSZ DE GREBBER
(Haarlem, Países Bajos, c. 1600 – c. 1652/1653)
Músicos, c. 1620-1623
Óleo sobre lienzo. 91 x 73,7 cm
Donación de doña María de Arechavaleta de la colección de don José Palacio en 1953
Sala V
Especializado en retratos y escenas religiosas, Grebber pintó muy pocos cuadros costumbristas, por lo que esta escena musical tema muy recurrente en la pintura holandesa del siglo XVII es una salvedad dentro de su producción, siendo además una de las obras más tempranas que se conocen de su mano.
Lo más destacable del tratamiento de esta obra ha sido su limpieza. Se ha eliminado en primer lugar la suciedad superficial y a continuación el barniz oxidado y los antiguos repintes, que estaban alterados cromáticamente. La restauración ha concluido con la reintegración cromática de pequeñas pérdidas y el barnizado final. Gracias a esta intervención se ha recuperado la intensidad cromática, especialmente en los rostros y ropajes. Antes de ingresar en el museo, la obra había sido restaurada reentelando la tela original y cambiando el bastidor. Dada la buena estabilidad del conjunto, estos elementos que conforman el soporte de la pintura se han mantenido.
FRANCISCO ITURRINO
(Santander 1864 – Cagnes-sur-Mer, Francia, 1924)
Zoco de Tánger, c.1912
Óleo sobre lienzo. 67,5 x 100,3 cm
Adquirido en 1931
Sala Z
La obra de Iturrino se enmarca en un postimpresionismo muy próximo al fauvismo por su particular uso de la luz y del color. Refleja así mismo la influencia de artistas cercanos al pintor como Renoir, Derain, Picasso y, especialmente, Matisse, con quien viajó por el sur de España en 1910 y por Marruecos en 1912, momento al que pertenece Zoco de Tánger.
Tras el estudio técnico de la pintura, se inició la restauración con la limpieza de los estratos pictóricos, primero eliminando la suciedad superficial con un medio acuoso y después retirando el barniz oxidado con una mezcla de disolventes. Además, la reparación estructural del bastidor ha corregido las deformaciones del soporte. Para terminar, se han realizado los ajustes cromáticos necesarios y se ha aplicado una capa de barniz de bajo peso molecular.
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