Proyecto de decoración para la Casa del Huérfano del Miliciano - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Proyecto de decoración para la Casa del Huérfano del Miliciano

Martínez Ortiz de Zárate, Nicolás

Bilbao, 03/02/1907 - Madrid, 22/12/1990

Acuarela, gouache y grafito sobre papel adherido a cartón, y gouache sobre cartón

67,8 x 94,5 cm

Martínez Ortiz (en el centro, a la derecha)

1936

Segundo cuarto de siglo XX

82/2306

Museo de Bellas Artes de Bilbao

La Guerra Civil ejerció influencias de diversa índole sobre los creadores vascos. Muchos se posicionaron junto a uno u otro bando, y en algunos casos llegaron a implicarse en la lucha desarrollando labores en sus departamentos de propaganda o poniendo su arte al servicio de las instituciones.

Una de las actuaciones colectivas más reseñables sucedió en los inicios de la contienda, en noviembre de 1936, cuando una comisión de la Asociación de Artistas Vascos constituida por Isidoro Guinea, Antonio Guezala, Manuel Basterra y Nicolás Martínez Ortiz se ofreció al consejero de Asistencia Social para transformar con obras de arte los locales de la Casa del Huérfano del Miliciano en un lugar "agradable y bello", como "requiere la permanencia de niños". Los asociados que no habían abandonado Bilbao hicieron piña en torno al proyecto y concluyeron sus propuestas en menos de un mes. Con igual celeridad fueron expuestas el 4 de diciembre en los locales de la Asociación. A la empressa contribuyeron con su esfuerzo los pintores Alberto, José y Ricardo Arrúe, Félix Arteta, Antonio Guezala, Isidoro Guinea, Víctor Landeta, Ángel Larroque, Nicolás Martínez Ortiz, Lucio Ortiz de Urbina, Julián Tellaeche y Jenaro Urrutia, y los escultores Manuel Basterra, Moisés Huerta, Federico Sáenz y Joaquín Lucarini.

Los pintores se repartieron los espacios a decorar de la siguiente manera: Guinea, Tellaeche y Alberto Arrúe realizaron bocetos para los comedores; Ortiz de Urbina, Landeta y Ricardo Arrúe, para el hall, las escaleras y el vestíbulo; Urrutia y Martínez Ortiz, para las salas; Guezala y José Arrúe, para los pasillos; Larroque, para las salas de visitas, y Arteta, para las escaleras.

En el deseo de transformar el antiguo Convento de Carmelitas Descalzas de Santutxu en "la mansión de paz de nuestros pequeñuelos", los artistas intentaron transmitir con sus diseños la sensación de que la vida transcurría igual, sin el dramático accidente de la guerra. Para ello se ciñeron a la representación de momentos cotidianos o felices, como es el caso de la propuesta de Martínez Ortiz, en la que los adultos continúan con sus quehaceres y los niños se dedican a la lectura, inmersos todos en una existencia cargada de tintes idílicos. El lenguaje constructivo y geometrizante adoptado por Martínez Ortiz, que le acompañaría en gran parte de su producción, resulta ideal para recrear, en esta visión irreal, la idea de la felicidad detenida en el tiempo.

A la entrada de las tropas franquistas en Bilbao en junio de 1937 los murales que se habían comenzado a pintar fueron destruidos. Su participación en aquella experiencia o el hecho de que hubiera diseñado papel moneda para el Gobierno Vasco e ilustrado carteles del Aberri Eguna y la portada de un libro que denunciaba el bombardeo de Gernika, parece que no fue óbice para que el bando nacional le encargara, en colaboración con Isidoro Guinea, la decoración del Cinema del Soldado. A adecentar este espacio, también destinado a hacer olvidar los terrores de la guerra, aunque ahora a los combatientes heridos o de permiso, contribuyó con un cuadro simbólico titulado Al reír la primavera.

Con la caída de Bilbao, muchos artistas se decidieron por el amargo trago del exilio. Otros, sin embargo, optaron por permanecer en la Villa y adaptarse a la nueva situación, reorientando sus carreras para subsistir, aunque esto les exigiera cantar las glorias del bando nacional o colaborar con él, como es el caso de Martínez Ortiz. (Mikel Lertxundi Galiana, 2009)

Bibliografía seleccionada

  • Mur Pastor, Pilar. La Asociación de Artistas Vascos. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao ; Caja de Ahoros Vizcaína, 1985. pp. 178-179.
  • Arte y artistas vascos de los años 30 = 30 urtearen hamarkadako euskal artea eta artistak [Cat. exp.]. Donostia-San Sebastián, Gipuzkoako Foru Aldundia = Diputación Foral de Guipuzcoa, 1986. p. 319.
  • Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 276-279, n° cat. 113.