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Desde el Patronato Nacional de Turismo se promovieron algunos de los mejores carteles turísticos españoles de todos los tiempos. Por lo general, estos afiches se imprimieron en varios idiomas y tuvieron una amplia difusión.

Sin duda, uno de los carteles más interesantes publicados por el PNT a finales de los años veinte fue el de Antonio de Guezala titulado Bilbao / Las playas del Abra de 1929. Con él se pretendió impulsar la afluencia de turistas a las playas del Abra, zona que se corresponde con los municipios cercanos a la desembocadura de la Ría de Bilbao. Portugalete y sobre todo Getxo fueron, desde el siglo XIX, zonas de veraneo que acabaron convirtiéndose en áreas residenciales para las familias de la alta burguesía bilbaína. De hecho, el primer establecimiento de baños de la zona se construyó en Las Arenas (Getxo) en 1868 y pervivió con altibajos hasta 1898. En 1903, se fundó el Club Marítimo del Abra y en 1912 la sociedad Balneario de Ereaga, S.A., promovió la construcción de la casa de baños y casino Igeretxe, en la playa de Ereaga. Getxo quedó configurado así como un destino vacacional que guardaba ciertos paralelismos con destinos más consolidados como San Sebastián o Santander. Dichas similitudes no sólo tuvieron que ver con sus infraestructuras, sino también con el hecho de que el paso de la monarquía por Bilbao y su asistencia y participación en las regatas de balandros del Abra, fueron acontecimientos bastante habituales, tal y como se recoge en la prensa de los años veinte.

Antonio de Guezala fue un artista versátil y prolífico que tuvo una especial querencia por el mundo de las artes gráficas. Este factor se puede apreciar en la gran cantidad de exlibris, ilustraciones para revistas, portadas para libros y carteles que llevó a cabo durante el primer tercio del siglo XX. Este afiche puede considerarse su única incursión en el campo del cartel turístico, si bien en 1912 llevó a cabo una serie de tarjetas que retrataban diversos lugares y monumentos como la Puerta del Ángel de la Catedral de Santiago de Bilbao, el puente giratorio del Ayuntamiento, el monumento a don Diego López de Haro, o el Puente de Vizcaya.

En todos los carteles dio muestras de una gran originalidad y modernidad, con planteamientos formales muy cercanos al futurismo y reminiscencias cubistas. Este ejemplo no es una excepción y en él somete a las figuras a un proceso de esquematización en el que reduce las partes del cuerpo a formas geométricas sencillas, a la vez que despoja a los personajes de cualquier atisbo de identidad. Sin embargo, este hecho no es óbice para que el cartel transmita determinado tipo de sensaciones, pues el colorido vibrante, la sensación de movimiento, la modernidad o la alegría, son algunos de los elementos con los que el artista pretende captar el espíritu de los felices años veinte.

Desde un punto de vista temático, Guezala pretende subrayar dos aspectos. Por un lado la belleza del paisaje costero, en el que se aprecia en primer término una vista de la playa de Ereaga con el balneario-casino Igeretxe, las casetas de baño, las sombrillas y el Muelle de Arriluce. Más allá cierran la escena los balandros practicando la navegación a vela, el muelle, la playa de Las Arenas, la villa de Portugalete y el Puente de Vizcaya, obra del ingeniero Alberto de Palacio y símbolo de la boyante industria siderometalúrgica. Por otro lado, en primer término las figuras abocetadas a modo de figurines, muestran los placeres del lugar y de la vida moderna mediante la representación del coche, la indumentaria elegante y deportiva, o las actitudes distendidas. Asimismo, desde un punto de vista estético, además de las mencionadas referencias al cubismo, resulta curioso constatar la cercanía del lenguaje de Guezala con el de artistas soviéticos como Vladimir Lebedev (San Petersburgo, 1891 - Leningrado, 1967), si bien la obra de Guezala se halla exenta de la carga social presente en gran parte de la obra de este artista ligado al constructivismo. Asimismo, cabe destacar que este cartel se imprimió en varios idiomas con lemas como Visit Spain: The Abra Beaches. (Mikel Bilbao)

Bibliografía seleccionada

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