La dama del abanico - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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La dama del abanico

Fernando

Bilbao, 28/10/1895 - Bilbao, 26/01/1952

Óleo sobre lienzo

170,5 x 95 cm

FERNANDO (ángulo inferior derecho), Fernando (parte posterior)

1924

Primer cuarto de siglo XX

82/2302

Museo de Bellas Artes de Bilbao

La infancia de Fernando transcurrió en Bilbao, pero en torno a 1910 emigró con su familia a Buenos Aires. Seis años después, y ya con una cierta formación pictórica, regresó a la capital vizcaína. Manifestó entonces su deseo de seguir la carrera artística, y aquel mismo año de 1916 ingresó en la Asociación de Artistas Vascos, a la vez que celebraba en su sede su primera exposición individual. En las treinta y siete obras que expuso mostraba ya las características temáticas y estilísticas que dominarían la etapa más interesante de su producción, la que a partir de esta fecha se prolongaría durante una década. Evidenció entonces la seducción por los temas exóticos de raigambre andaluza y oriental, que combinó con el cosmopolitismo parisino claramente influenciado por la pintura de Anglada-Camarasa.

A partir de una nueva exposición en Artistas Vascos en 1927, se observó en Fernando la adopción con fuerza de nuevos motivos, y se abrió a coloristas bodegones y a paisajes de Bizkaia y Gipuzkoa, principalmente. Ambos géneros se convirtieron en recurrentes en su producción a partir de esa fecha, pero en ellos se harían más evidentes los errores de dibujo y color que la gracia de los asuntos de sus obras precedentes perdonaban. Pese a todo, continuó celebrando exposiciones en Madrid y Bilbao.

Fernando se convirtió así en el pintor de la vida disoluta del París moderno, de sus cabarets y cafés cantantes, de los ballets rusos y andaluces, de sus mujeres de la noche. Estas últimas se erigen en protagonistas prácticamente absolutas de sus cuadros durante este periodo; un nuevo ideal femenino en el que las misteriosas mujeres de mirada perdida, a veces melancólica, parecen jugar el papel de modernas Salomés de la nueva Babilonia.

Todo ello pudo verse en sus siguientes exposiciones en los locales de Artistas Vascos (1917 y 1918) o del Salón Lacoste de Madrid (1918), hasta que en 1924 llegase la obra paradigmática que resumiría su trayectoria: la simbolista La dama del abanico. Presentada en la Exposición Nacional de ese año, muestra a una elegante mujer art déco que, al sujetar un abanico de plumas junto a su cabeza, parece metamorfosearse en un ave exótica. Las armonías de verdes y violetas del jardín, así como los brillos argénteos del vestido, constituyen un buen ejemplo del cromatismo habitual en sus óleos. [Mikel Lertxundi]

Bibliografía seleccionada

  • Bengoechea, Javier de. Catálogo de arte moderno y contemporáneo del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Bilbao, Banco de Vizcaya, 1980. p. 168. (Con el título La dama del abanico).
  • Mur Pastor, Pilar. La Asociación de Artistas Vascos. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao ; Caja de Ahoros Vizcaína, 1985. pp. 122, 126.
  • Pérez Rojas, Francisco Javier. La ciudad placentera : noche y día de la vida moderna [Cat. exp.]. Sevilla, Fundación El Monte, 2005. p. 283, n° cat. 98.
  • A cidade pracenteira : da verbena ao cabaré [Cat. exp.]. A Coruña, Museo de Belas Artes, 2006.
  • Guía Artistas Vascos. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2008. p. 103.
  • Gida Euskal Artistak. Bilbao, Bilboko Arte Eder Museoa, 2008. p. 103.
  • Guide Basque Artists. Bilbao, Bilbao Fine Arts Museum, 2012. p. 103, n° cat. 51.