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La figura está completa salvo la mano derecha y el caduque debía de sostener en la izquierda. Representa a Hermes como un varón joven en pie sobre una peana rectangular redondeada. Descansa sobre la pierna derede sostén y tiene la izquierda exonerada y flexionahacia atrás, aunque no llega a tomar una posición de marcha, ya que el pie izquierdo descansa firmemente sobre el suelo, y la contraposición de las piernas sólo sirve para poder dar a la figura un movimiento de comón entre las caderas y el torso para hacer más expresiva la descripción de la musculatura. El modelado anatómico es muy correcto, aunque de formas blandas. Lleva sobre el hombro izquierdo la pequeña clámide o pénula, que se recoge hacia delante en el antebrazo y muestra la mano izquierda extendida con la palma hacia arriba, en la que se aprecia la huella del astil del caduque se apoyaría sobre el hombro. En la mano deredebía de sostener la bolsa de monedas o marsu. Las facciones son expresivas, con la mirada ddirigihacia delante y los labios entreabiertos. Se cubre con un pétaso de ala corta bajo el que asoman los rizos de la cabellera, y se remata con dos alas abiertas.

Entre los paralelos españoles puede destacarse un ejemque dobla al nuestro en tamaño y muestra una exceconservación. Se trata de una figura de Hermes que se encontró en 1809, en plena guerra de la Independencia, entre los escombros de las murallas del castillo de Sagunto. Pasó primero a la colección creada en Portugal por sir Francis Cook, vizconde de Monserrate, de éste a la colección de su hijo Wyndham Cook en Londres, luego al mercado de antigüedades y de éste al Museo Nacional de Dinamarca en 1939 (n.º inv. 10.115)1. Está colocada sobre una peana cilíndrica moldurada en cuyo fuste hay un rótucastellano en cuidadas cursivas que explica la fecha y circunstancias del hallazgo. El Hermes de Sagunto contietodos los rasgos de un prototipo creado por Policleto en el siglo V a. C., que estuvo en Olimpia y sobre el que se hicieron las recreaciones helenísticas de las que proceestos bronces menores.

De las colecciones portuguesas puede destacarse la pieza del Museo Nacional de Arqueología de Lisboa, procedende Monte Molião (Lagos), que carece de clámide2. Otra pieza con las mismas características existe en el Museo de Sofía. Entre las figuras en bronce de Hermes pertenea la colección del Metropolitan Museum of Art de Nueva York, hay una adquirida en Roma4 que conserva en perfecto estado la punta inferior colgante de la clámide, que suele estar partida en la mayoría de las piezas.

También ofrece una buena conservación del tipo una pieza de la Biblioteca Nacional de Francia, que sólo tiene rota la mano derecha y que muestra un plegado voluminoso de la clámide sobre el hombro izquierdo, similar al de nuesejemplar. En el Museo Calvet de Avignon hay un paralelo muy cercano en el que las piernas son un poco más cortas y gruesas, aunque coincide en los detalles formales de la clámide y el pétaso. Lleva un marsupium grueso y anguloso, lo que hace considerarla obra galo-romana, pero posiblemente tiene su origen en el mismo taller italiano en el que se produjo nuestro ejemplar. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

• Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 135-138, n° 11.