Afrodita mirándose al espejo - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Afrodita mirándose al espejo

Anónimo. Siglo I a. C

Bronce

8,37 x 4,13 x 1,73 cm

Siglo I a. C.

82/835

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura femenina en pie. Descansa sobre la pierna dererecta y tiene la pierna izquierda levemente exoneray flexionada hacia atrás para hacer reposar en el suelo la punta del pie. El torso forma contraposición hacia la izquierda con las caderas, mientras que la cabese vuelve hacia la derecha para dirigir la mirada hacia la mano en la que sostendría un espejo, mientras que con la mano izquierda se peina el cabello. La cabeza es de rasgos correctos y proporcionados, con la cabellera recogida hacia atrás mediante un grueso bucle que le rodea la frente hasta la nuca. Lleva diadema en forma de lúnula lisa y el pelo dividido en la parte superior por una raya central desde la que se reparte hacia los lados. Dentro de las limitaciones de su tamaño, el modelado es muy correcto y proporcionado.

Este tipo de figuras de Afrodita pertenece a la serie de modelos creados esencialmente en la escuela helenístide Alejandría, en la que la diosa pierde buena parte de su apostura divina para adoptarr actitudes anecdótien las que se describen las acciones características del baño. Aunque existe una dependencia directa del episodio del propio nacimiento de la diosa en Chipre y su salida del mar, los artistas alejandrinos se recrearon en las poses de secado y peinado, en las que recibe con frecuencia la colaboración de Eros. El momento de miraral espejo para componer el peinado resulta intrascenpero sirvió luego para dar base a la reflexión humana sobre la transitoriedad de la belleza y se utilizó como tema de obras tan significativas como la de Velázquez, que aún sigue siendo un inagotable referente para los análisis sobre el sentido final del Arte en su representación de la belleza más sublime.

Nuestra pieza puede ser considerada un tipo de creación siria, dentro de las abundantes versiones de la diosa en diversos momentos de su aseo que se produjeron en los ambientes helenísticos orientales. Una figura del Museo del Louvre muestra la misma composición en la disposición inversa, con el espejo en la mano izquierda y la derecha tomando un mechón del cabello que le cae sobre los hombros1. En este caso, tanto las piernas como el cuerpo mantienen la misma posición que en nuestro bronce, cuya composición es más cerrada, y la cabeza va cubierta por una corona de hojas vegetales sobre la diaque es característica en otras obras de procedenoriental. La Afrodita del Museo Comtadin-Duplessis de Carpentras2 se encuentra en la misma posición y ofreun modelado semejante en suavidad y equilibrio, al igual que conserva unas facciones casi idénticas, aunla cabellera está más desarrollada, con dos mechode rizos cayendo sobre los hombros a cada lado de la cabeza, al igual que en la pieza del Museo del Louvre. No conserva los brazos, por lo que no es posible asegusi portaba el espejo en la mano derecha, como podría deducirse de la dirección de la mirada.

Hay que recordar las numerosas versiones del triunfo marítimo de la diosa representadas en los mosaicos nor3. En ellos se establece el vínculo entre la Afrodita que nace de las aguas y la que contempla su propia belleza en el espejo como dos acciones en las que se recuerda tanto la belleza originaria como su trany a la que podría también hacer referencia la primera de las obras presentadas en este catálogo. Hay en nuestro bronce un aparente gesto de concentración de la mirada de la diosa, ajena a la posibilidad de que alguien la esté contemplando, que parece apuntar hacia el sentido trascendente que ha tenido el asunto en el arte posterior. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 98-102, n° 3.