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07-03-25

María Franciska Dapena
Guerra / Autobiografía de una artista / Cárcel. Textos inéditos
Con motivo de la donación en 2024 de un importante fondo de obra gráfica y documentos de la artista María Franciska Dapena (Barruelo de Santullán, Palencia, 1924-Bilbao, 1995), el museo ha publicado un libro con una selección representativa de los escritos de la artista que sobresalen tanto por su calidad literaria como por su gran interés biográfico e historiográfico.
Los textos que Dapena publicó en vida –¡Sr. Juez! (Soy presa de Franco…) (1978) y Vida y muerte enfrentadas. Mujeres de la vida (1987) y los poemas que, en 1974, formaron parte del libro 17 poetas de Bilbao– están ya descatalogados y son solo una pequeña parte de su quehacer literario. Su amplia producción incluye cuentos, poemas, reflexiones sobre su vida y obra, el mundo del arte y la situación política y social; varias novelas; cuadernos y hojas sueltas con todo tipo de contenido. También unas setecientas cartas fechadas de 1949 a 1993 y, entre ellas, más de doscientas recibidas o enviadas durante su encarcelamiento entre 1962 y 1964 por su adhesión al ideario comunista.
Ahora, gracias a la generosidad de sus herederos, la donación del archivo de María Franciska Dapena permitirá recuperar su figura a través de un relato en primera persona que hasta ahora permanecía inédito. La edición del libro ha estado a cargo del historiador David Fuente que, entre 2018 y 2019, tuvo ocasión de estudiar y seleccionar del archivo Dapena -por entonces en manos de la familia- gracias a una Beca de investigación artística BBK-Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Este trabajo descubre ahora el interés de unos textos que, escritos en su mayoría entre mediados de los años sesenta y mediados de los setenta, arrojan nueva luz sobre la artista. El conjunto refleja las tensiones de nuestra historia reciente y toca asuntos como el papel y la situación de la mujer en los años de la dictadura, el compromiso político de Dapena a lo largo de su vida y sus reflexiones sobre clima artístico vizcaíno de los años 50 y 60.
El libro se divide en tres secciones, cada una de ellas centrada en una etapa de su biografía y presidida por un texto principal. La primera, titulada “Guerra (1935-1945)”, incluye “Cuadernillo de una joven de posguerra”, una narración de acontecimientos vitales cargada de intimismo y crítica social, desde la caída de la Balmaseda republicana hasta el regreso del padre encarcelado.
En la segunda, “Autobiografía de una artista (1950-1969)”, destaca “Algo de historia de Mari Dapena”, que describe sus primeros pasos en el mundo del arte vizcaíno, sus afinidades y desencuentros con la comunidad de artistas y el desarrollo de sus inquietudes en el contexto de la dictadura.
La tercera, “Cárcel (1962-1964)”, gira en torno a “Diario corto de un penal”, que se compone casi exclusivamente de diálogos de las presas con las que convivió en la prisión de Alcalá de Henares (Madrid) tras ser represaliada. Estas conversaciones componen el panorama social durante el franquismo en un estilo cercano al de la guionización teatral.
María Franciska Dapena
Guerra
Autobiografía de una artista
Cárcel
Textos inéditos
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Museo de Bellas Artes de Bilbao
Edición: David Fuente
Formato: 13 x 21 cm (ancho por alto). Rústica
Número de páginas: 224
Idioma: castellano
ISBN: 978-84-18171-25-3


María Franciska Dapena (Barruelo de Santullán, Palencia, 1924-Bilbao, 1995)
Dapena nació en un pequeño pueblo minero del norte de Palencia, en una familia acomodada y de posiciones políticas de izquierda que fue represaliada durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. El padre, Bernardo Dapena Gutiérrez, tenía una fábrica de productos químicos y la madre, Beatriz Rico Villa, provenía de pequeños propietarios de Balmaseda (Bizkaia) dedicados al comercio.
Al estallar la Guerra Civil en julio de 1936, Mari tenía 12 años y estudiaba junto con su hermano en Santander. Su padre tuvo que huir de Barruelo y los dejó en Balmaseda con la familia materna, a la que poco después se uniría el resto de la familia. Allí conocería a su futuro marido, Gonzalo José Villate, con quien compartió posiciones políticas.
Dapena inició su trayectoria artística a comienzos de los años cuarenta dentro de la figuración expresionista. Su trabajo se vincula a hitos fundamentales de la historia del arte vasco: las exposiciones colectivas junto con Agustín Ibarrola e Ismael Fidalgo que a mediados de los años cincuenta recorrieron Bizkaia para llevar la cultura a sectores populares; la lucha hasta comienzos de los sesenta -compartida con el poeta Gabriel Aresti- por arrebatar la influencia de los partidarios franquistas en la Asociación Artística Vizcaína; su participación en 1962 en el grupo Estampa Popular de Bizkaia con Ibarrola y Dionisio Blanco, donde Blas de Otero colaboró también con su poesía social. El colectivo, que impulsaba la creación de obra gráfica como parte de la acción política comprometida en la lucha contra la dictadura, solo pudo exponer en marzo. En junio, Dapena, Ibarrola y otro de los poetas integrantes fueron detenidos.
Entre 1962 y 1964, fue encarcelada por colaborar con el Partido Comunista de España y enviar información sobre huelgas a agencias de prensa extranjeras, experiencia que quedó recogida en numerosos escritos, pinturas y grabados, y en el libro ¡Sr. Juez! (Soy presa de Franco…).
Formó parte de los grupos de artistas Emen, fundado en 1966, e Indar, en 1970. Ese mismo año creó en la localidad vizcaína de Santurtzi la Sala Arteta, de vida efímera, relacionada con jóvenes deseosos de transformaciones artísticas y sociales, que verían siempre en Dapena una figura referencial para el arte socialmente comprometido.
El progresivo descontento impulsó en ella el deseo, siempre latente, de trasladarse al campo y en 1975 se instaló en el pequeño pueblo de Nava de Ordunte, situado en el límite entre Bizkaia y el norte de Burgos en un entorno tranquilo y natural. Con desencanto retrospectivo sobre el resultado de los años de la necesaria lucha política y cultural antifranquista y distanciada de la mayoría de los compañeros, durante sus últimos años la obra plástica de Dapena transitó de la crítica social a escenas de naturaleza con un componente místico.