Exposición: Rembrandt - Museo de Bellas Artes de Bilbao

La obra invitada

Finalizada

22-03-2018 • 03-06-2018

Rembrandt

Muchacha en la ventana

Sala 15

La primera propuesta de 2018 del programa La Obra Invitada, patrocinado por la Fundación Banco Santander, cuenta con el préstamo destacado de una de las obras más populares de la pinacoteca pública más antigua del Reino Unido, la Dulwich Picture Gallery de Londres. Se trata del lienzo Muchacha en la ventana, que, tal y como atestiguan la firma y la fecha situadas en el ángulo inferior derecho de la pintura –"Rembrandt /ft. 1645"–, fue pintado por el maestro holandés Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden, 1606–Ámsterdam, 1669) en 1645.

Esta obra de la Dulwich concita magistralmente dos de los géneros que más renombre dieron a la tradición artística holandesa del siglo XVII y, en particular, a la producción del genio de Rembrandt: la pintura costumbrista y el retrato. Pero, además, representa bien un tipo de pintura que se hizo popular durante los siglos XVI y XVII en la que el modelo parece entrar en el espacio del espectador mediante diversos artificios compositivos, como asomarse a una ventana o rebasar el marco del cuadro. Las ilusiones ópticas que estos recursos provocan hacen dudar sobre la realidad de lo que está viendo.

Desde comienzos de la década de 1640 y hasta mediados de la siguiente, Rembrandt y los alumnos de su taller experimentaron las posibilidades que ofrecía esta técnica –llamada trompe l'oeil o trampantojo– en numerosas composiciones. Muchacha en la ventana es uno de los mejores ejemplos de este tipo de representaciones dentro de la producción del pintor holandés. El juego entre la percepción y la realidad se logra aquí magistralmente haciendo que la modelo nos introduzca en el interior indefinido en el que posa. El efecto de la perspectiva se intensifica con la presentación en diagonal de la muchacha que, fuertemente iluminada y mirándonos directamente a los ojos, nos introduce en su espacio de penumbra y, acaso, en su mundo.

 

Pintado en 1645, cuando Rembrandt tenía 39 años, este cuadro se sitúa entre la pintura de género y el retrato. Desconocemos la identidad de la muchacha, que en el pasado ha sido identificada como una cortesana, una novia judía o un personaje histórico o bíblico. Más amplia aceptación tiene la idea de que se trate de una sirvienta: el color rosado de su cutis y sus brazos bronceados sugieren el trabajo al aire libre.

Apoyada sobre un alféizar mira directamente hacia el exterior de la composición, mientras juguetea con su collar, una cadena de oro o un cordón como el que también se aprecia alrededor de los puños y costuras de la camisa suelta que viste. Luce también un pequeño tocado, posiblemente del tipo de los que se usaban en el norte de Holanda, y el cabello está recogido a la espalda con un cordel rojo.

Una anécdota frecuentemente citada procedente del teórico del arte francés Roger de Piles (1635-1709), antiguo propietario del cuadro, afirma que, cuando Rembrandt puso la obra en su ventana, los viandantes tomaron a la muchacha retratada por una persona real. A pesar de que la historia no es estrictamente cierta, nos sirve como una observación general sobre la habilidad del pintor para crear retratos realistas, capaces de seducir a los espectadores. Este tipo de pintura en trompe l'oeil se popularizó durante el siglo XVII, por lo que Rembrandt continuó usando y adaptando esta composición a lo largo de toda su carrera.

La pincelada segura y el denso empaste de la pintura son propios del estilo de Rembrandt en la década de 1640. Durante el reciente proceso de conservación de la obra, se ha eliminado cuidadosamente el barniz descolorido, lo que ha permitido sacar a la luz una intensa mezcla de colores en el rostro de la modelo. A menudo Rembrandt aplicaba la pintura con espátula e incluso usando sus propios dedos.

Dulwich Picture Gallery

 

Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden, 1606-Amsterdam, 1669)
Muchacha en la ventana, 1645
Óleo sobre lienzo. 81,8 x 66,2 cm
Dulwich Picture Gallery, Londres

 

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