Exposiciones
La obra invitada
Finalizada
09-10-2006 • 28-01-2007
La tienda
Sala 14
Se muestra el interior de una tienda, que se ha interpretado variamente como simple "almacén de tejidos" o como tienda de antigüedades. Ante el mostrador una joven con mantilla blanca contempla distraídamente un abanico de encaje que sostiene en las manos. A su lado, una sirvienta sostiene a un niño en brazos y al otro lado, un caballero sentado en un escabel parece pagar al dueño. Otros personajes tras el mostrador parecen curiosear y uno se aúpa para colocar una pieza de tela en un armario.
En los inventarios de la familia del infante D. Luis de Borbón, de donde procede, se le llama La tienda de Geniani, que será, seguramente, un italiano vendedor de cosas de moda, como consta que había muchos en Madrid en esos años. Se trata, sin duda alguna, y como ha sido unánimemente reconocido, de una de las obras maestras de Paret, rebosante de la vivacidad, el espíritu de observación de lo cotidiano y el delicado encanto que constituyen lo esencial de su estilo personal.
Gaya Nuño subrayó al comentar el lienzo que su asunto "había de ser especialmente dilecto a Paret, quien gustaba de los suntuoso, bello y raro, con distinción de espíritu muy por encima de los pintores a él coetáneos". María Luisa Caturla, al comentar la posible relación con el famoso lienzo de Watteau L'Ensegne de Gerssaint, de aspecto parecido y con el que muchas veces se ha enlazado la composición de Paret, marca sutilmente las distancias, pues, a su juicio, en el cuadro de Watteau "hay una intercomunicación humana entre los personajes...una intensidad del interés en ellos hacia lo que miran o presencian o enseñan que vanamente se buscará en el cuadrito de Paret, cuyo tema es de compras sin trascendencia y donde la relación con el prójimo no pasa de ser curiosidad de mero observador en la que el alma no tiene parte". Subraya también que a diferencia del pintor francés "pintor de ilusiones y nostalgias" el español "a su manera risueña y para su refinada época, es un realista bien afianzado sobre la tierra que pisa, español en esto y también en el recato que distingue la obra suya de la condición liviana de sus modelos franceses". Sin embargo, Xavier de Salas piensa que en el lienzo puede haber un sentido "posiblemente picaresco", interpretando quizá que la dama sea la "entretenida" del caballero que paga.
Todos insisten en algo que parece evidente: la extraordinaria calidad de la pintura que suele calificarse como "la obra maestra" de pintor. El refinamiento técnico, con la pincelada precisa y ligera, consigue un vibrante centelleo que traduce admirablemente las distintas calidades de las telas y la exquisita calidad de su tono argénteo. Para Gaya Nuño "El cuadro del Museo Lázaro está, por derecho propio en cualquier ideal antología de lo precioso".
Alfonso E. Pérez Sánchez
Luis Paret y Alcázar (1746-1799)
La Tienda, 1772
Óleo sobre tabla. 50 x 58 cm
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