Exposición: Patio del palacio de los Dux de Venecia - Museo de Bellas Artes de Bilbao

La obra invitada

Finalizada

11-01-2008 • 30-03-2008

Patio del palacio de los Dux de Venecia

Sala 18

La Obra Invitada es un programa del Museo de Bellas Artes de Bilbao, que dio comienzo en 2001 y, desde 2004, cuenta con el patrocinio de la Fundación Banco Santander. En este programa se exponen obras singulares de otros museos o colecciones, con el propósito de enriquecer la visión de autores de la colección del Museo, o de mostrar autores no representados.

Se presenta en esta ocasión, la vigésimo primera, una obra excepcional de Martín Rico (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 1833 − Venecia, 1908), uno de los paisajistas más relevantes del siglo XIX español.

La obra se expone junto a otras dos obras del mismo autor pertenecientes a la colección del Museo: Paisaje con río (Venecia) de hacia 1878, y Paisaje.

 

Espectacular vista del patio interior del Palacio de los Dux de Venecia, orientada hacia la basílica de San Marcos, cuyas cúpulas, recortadas ante un cielo azul intenso, completamente despejado, asoman tras la espléndida arquitectura palaciega, que baña la luz de un sol radiante, dibujando nítidamente sus relieves en violento claroscuro.

En un formato poco habitual en el artista, Rico hace gala en este lienzo de sus soberbias dotes para los paisajes urbanos, y especialmente para la descripción asombrosamente minuciosa de los edificios monumentales, que en este caso se detienen hasta en los más mínimos detalles ornamentales de las fachadas interiores del palacio, con sus cresterías, hornacinas y remates perfectamente definidos, a través de un dibujo limpio y certero, fruto de su agudísima observación del natural, interpretados a través del preciosismo luminista y deslumbrante aprendido de su gran amigo Mariano Fortuny.

Sin embargo, aunque la imponente arquitectura se erige como protagonista rotunda de este espléndido lienzo, Rico pone un especial cuidado en la inclusión de pequeñas figurillas que transitan por ella, pintadas con un especial primor en sus indumentarias y actitudes, desenfadadas y cotidianas, restando así algo de solemnidad a la apabullante suntuosidad de los edificios.

Así, el hombre sentado en el suelo junto al brocal del pozo,  que es observado por dos niños mientras da de comer a las palomas, el que sacude la alfombra desde la balaustrada o las dos mujeres envueltas en mantones que se alejan hacia la puerta del fondo, constituyen la nota de color del cuadro, en el que predomina la frialdad grísea de la piedra monumental.

Según testimonia la inscripción que lleva al dorso, el cuadro fue pintado en 1883, durante el período de plena madurez del artista, y testimonia una vez más la especial seducción que Martín Rico tuvo durante toda su vida por la ciudad de Venecia, desde que la descubriera en su primer viaje a Italia en 1872, pasando a partir de entonces largas estancias en la ciudad de los canales desde que el pintor se instalara en París, siendo también Venecia la ciudad que le vería morir el 13 de abril de 1908. Rico debió de iniciar el cuadro durante alguna de estas temporadas, si bien, como acostumbraba, debió de acabarlo en su estudio parisino, utilizando apuntes parciales, tomados del natural.

Dado el extraordinario éxito que el arte de Martín Rico tuvo en los circuitos comerciales europeos y americanos de su tiempo, al ser considerado como el Fortuny del paisaje, sus vedutte de Venecia inundaron el mercado, si bien se trata generalmente de panorámicas de los canales y sus riberas, ejecutadas en un formato apaisado y de menor tamaño que el presente lienzo.

José Luís Díez
DJefe de Conservación, Pintura del Siglo XIX, Museo del Prado

 

Martín Rico
Patio del Palacio de los Dux de Venecia, 1883
Óleo sobre lienzo, 141 x 81 cm
Colección Santander

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