Exposición: Colección Arte XX - Museo de Bellas Artes de Bilbao

Finalizada

21-01-2008 • 02-03-2008

Colección Arte XX

Planta 1 - Arte Contemporáneo

Colección Arte XX es un excepcional conjunto de 63 obras –48 pinturas y 15 esculturas– que incluye a 46 autores destacados del arte del siglo XX y, en menor medida, algunas obras de los siglos XIX y XXI. La colección pertenece a un coleccionista de nuestro entorno, que prefiere mantener el anonimato, y, en un gesto extraordinario de generosidad, lo deposita en el Museo por un período inicial renovable de cinco años.

De su importancia da fe el listado de los principales artistas representados, de los que se expone ahora una selección: Alenza (sala 17), Sorolla (sala 25), Anglada Camarasa (sala 23), Kandinsky, Torres García, Julio González, Picabia, Klee, Picasso, Blanchard, Gleizes, Léger, Braque, Metzinger, Gris, Chagall, De Chirico, Ernst, Miró, Dalí, Domínguez, Chillida, Palazuelo, Tàpies, Millares, Saura, Barceló, Gordillo, Cragg, NavarroKapoor, entre otros.

Se trata pues de la colección particular más importante creada en el País Vasco en las últimas décadas, cuya existencia y depósito ahora en el Museo de Bellas Artes de Bilbao continúan la importante tradición del coleccionismo vizcaíno que, paralelo al auge de la industria de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, hizo posible la creación y desarrollo del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

En el año en que se cumple el centenario de su creación, el Museo quiere homenajear a aquellos que desde sus inicios y hasta la actualidad han contribuido a su origen y enriquecimiento patrimonial. Son los coleccionistas e instituciones que, mediante donaciones y depósitos, han contribuido decisivamente a una de las colecciones más relevantes de nuestro entorno cultural, que reúne ejemplos singulares de diez siglos de la historia del arte.

En ese sentido, la circunstancia de haber recibido en depósito este extraordinario conjunto de obras de casi todos los grandes maestros del siglo XX permite poner a disposición de nuestros visitantes obras de grandes autores contemporáneos y, por vez primera, la incorporación temporal de pinturas de Picasso, Miró y Dalí, entre otros.

 

COLECCIÓN ARTE XX

A partir de la primera compra El pintor y su modelo I de Pablo Picasso (1963), la colección tiene dos ejes fundamentales: el arte español de los siglos XIX y XX, desde el romanticismo hasta la vanguardia, y el arte internacional del siglo XX.

El siglo XIX español está representado por una serie de artistas de mucha calidad. Las dos tablas de Alenza son un buen ejemplo del romanticismo español, con sus escenas de género intimistas y populares. Del cambio de siglo hay dos buenos ejemplos: Joaquín Sorolla con Después del baño. Asturias (1904), pintado con pincelada fluida y elegante; Mujer en un jardín, París (1902-03) de Anglada Camarasa, un cuadro de su mejor época cercano al simbolismo.

El siglo XX está marcado por el transcurrir de los diferentes ismos, que conviven y se suceden con velocidad. El cubismo está magníficamente representado en la colección con obras de André Lhote Naturaleza muerta con sopera (c. 1917), de su discípula la santanderina María Blanchard, con su Composición cubista con botella de hacia 1918 y Las dos hermanas (1921), Jean Metzinger y Albert Gleizes, del grupo de la Section d'Or, Juan Gris, con un sobrio y característico bodegón La uva negra (1923), Georges Braque con Vaso y uvas (1930) y un Picasso de su vuelta al cubismo, Cajetilla de tabaco y vaso (1922).

EL cubismo marcó toda una época y muchos artistas pasaron por una fase cubista al principio de sus carreras. El bodegón de Manuel Ángeles Ortiz Guitarra (1926) responde a la estética del cubismo sintético, aunque con una composición más libre y suelta. De su contemporáneo y amigo Hernando Viñes se incluye una Bañista (1928) que procede de la colección Tériade, importante crítico y editor de la influyente revista Cahiers d'Art. Fernand Léger transitó también por el cubismo, del que hereda la visión plana patente en esta Composición sobre fondo azula (el cordaje) (1935).

De Joaquín Torres García, se expone, en su visión constructiva y planista, Montevideo siglo XX (1946).

El otro gran movimiento del siglo fue el surrealismo, excelentemente representado en la colección con ejemplos destacados de sus principales representantes. De 1923, los años históricos de la gestación del movimiento, es Vasos comunicantes de Max Ernst. Con Lunaris (1928) Francis Picabia introduce un universo caracterizado por la superposición caprichosa de imágenes. Giorgio De Chirico ejemplifica la pintura metafísica en La confusión del taumaturgo (1926). El prodigioso cuadro de Dalí Patio oeste de la isla de los muertos−obsesión reconstructiva, según Böcklin (1934) es, sin duda, uno de los más importantes de la colección.

Por su parte Cabeza de hombre III de 1931 o la más tardía Cabeza, pájaro de 1976, son magníficos ejemplos de la poética de símbolos y signos de Joan Miró. Del surrealista canario Óscar Domínguez se exponen dos espléndidos cuadros, El drago y Piano, ambas de 1933; del cubano Wifredo Lam una característica Composición (pájaros en la noche) de 1969 y del chileno Roberto Matta, que se une al grupo Surrealista en París a fines de los años 30, Flor de medianoche, de 1956.Marc Chagall es buena muestra de la influencia del surrealismo con Naturaleza muerta con un jarrón de amapolas (c. 1959). Dos genios independientes, que mantuvieron buena amistad, son Paul Klee y Vassily Kandinsky, representados aquí respectivamente por los espléndidos Tren en la montaña de 1936, y Blanquecino de 1929. También caso aparte es Maruja Mallo, profundamente original y con una pintura de un lento y meditado proceso de elaboración. Su Estrellas de mar 1952 fue pintado en 1952 durante su exilio en Buenos Aires.

El informalismo aparece en Antoni Tàpies con El cuarto oscuro (1950) de su época magicista con ecos de Klee y Diagonal, un cuadro matérico de 1966; en la dramática Rastroja, realizado en 1963 de Antonio Saura, y en la arpillera Cuadro 178 (1962) de Manolo Millares. Por su parte, Miquel Barceló está representado con El fuego sobre la playa, de dimensiones monumentales, y Blanco Negro, ambas de 1984. De la vuelta a la figuración, que marcó la pintura española en los años setenta y ochenta, hay dos ejemplos relevantes, Volando dúplex (1972) de Luis Gordillo y Las pipas, (1981), ejemplo de la influencia pop del Equipo Crónica.

Por último, el capítulo de la escultura se abre con una importante obra de Julio González, Cabeza llamada "el tunel" de 1932-33. Están también presentes importantes escultores vascos: Eduardo Chillida, con un alabastro, tres lurras y dos piezas de acero de su etapa final y Txomin Badiola con Pieza Barcelona (1987). De Pablo Palazuelo (en el exterior del Museo) se expone Umbral 3 (1985) y de Miquel Navarro (en el vestíbulo y en el exterior del Museo) cuatro obras, de las que destaca la monumental Caja sobre techo (2001). La escultura internacional reciente está magníficamente representada por tres artistas fundamentales: el americano Richard Serra con un gran dibujo Esquina izquierda en ángulo recto con la esquina (de cinco caras) (1979), el angloindio Anish Kapoor con un alabastro de 2004, y el inglés Tony Cragg, con su obra Columna de2005 (en el vestíbulo del Museo).

 

En la imagen:
Pablo Picasso (1881-1973)
Le peintre et son modèle I, 1963
Óleo sobre lienzo
Depósito. Museo de Bellas Artes de Bilbao

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