Exposición: Carnero - Museo de Bellas Artes de Bilbao

La obra invitada

Finalizada

24-09-2004 • 14-11-2004

Carnero

Sala 12

Firmada y fechada en 1632 por Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598 - Madrid, 1664), en esta obra se sintetizan gran parte de los aspectos más significativos de su pintura. El gusto por el realismo dentro de la estética naturalista, la técnica precisa, la sencillez de sus composiciones y la iluminación de origen tenebrista utilizada como elemento dramático, hicieron de él una de las grandes personalidades artísticas de la pintura del Siglo de Oro español. Zurbarán fue un maestro indiscutible en la representación de los distintos matices del blanco -no en vano fue el pintor por excelencia de los hábitos blancos de los cartujos- y en transmitir las cualidades matéricas de los objetos mediante el uso de una paleta sobria y una estudiada iluminación, tal y como queda de manifiesto en el animal representado en esta pintura.

Destacando sobre un fondo oscuro mediante una potente fuente de luz que emana de la izquierda, aparece un carnero o morueco con sus patas atadas y colocado sobre un pretil de color gris. Su enorme realismo hace pensar que el maestro extremeño tomara la figura directamente del natural. Pintado por Zurbarán una vez alcanzada ya la plena madurez de su estilo, este tema halló fortuna entre su clientela en más de una ocasión, ya que se conocen otras cinco versiones, con ligeras variantes. En algunas, ciertos elementos como el nimbo alrededor de la cabeza o inscripciones de carácter sacro, refuerzan la lectura en clave religiosa de la obra, lo que remite directamente a la iconografía cristiana del Agnus Dei. En otras, es más evidente la relación con el género del bodegón, o naturaleza muerta, aunque no deje de estar provista de una connotación religiosa, de tal manera que, como aquí, parecen reunirse dos géneros, el bodegón y la pintura religiosa.

La obra, considerada durante un tiempo en paradero desconocido, pertenece en la actualidad a la colección Plandiura de Barcelona y no ha sido mostrada al público desde que fuera adquirida en la década de los años treinta del pasado siglo. El depósito de sus propietarios nos ofrece ahora la oportunidad de presentarla después de una cuidadosa restauración y de un pormenorizado estudio técnico recientemente realizados en nuestro Museo.

Todo ello viene a reforzar el interés de presentarla dentro del Programa La Obra Invitada, acompañada, además, por otras obras de Zurbarán pertenecientes a la colección del Museo.

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