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Aldeana vizcaína en el mercado fue pintada al año siguiente de que Lecuona se hiciera cargo de los alumnos que el pintor Ramón Elorriaga (1833-1898) instruía en los rudimentos artísticos en una buhardilla del número 7 de la calle de la Cruz. Había llegado a Bilbao en 1868, y en 1871 firmó la que puede ser considerada como una de sus mejores obras: en la Plaza Vieja, frente a la iglesia de San Antón y a su antiguo puente, una aldeana ofrece su vendeja en el mercado. El asunto le sirvió para desarrollar un espléndido bodegón de alimentos, animales y cacharros de loza y metal, que evidencia la honda huella dejada en él por la pintura del Siglo de Oro español durante las innumerables horas pasadas en el Museo del Prado. En otras de sus obras de composición contemporáneas, como Costumbres vascongadas (1860, Colección particular) o La bendición de la mesa en una casería de Vizcaya (1871, Colección particular), encontramos también esa querencia por la inclusión de naturalezas muertas, que, sin embargo, no trabajó de forma independiente.

La obra tiene, a su vez, el interés de servir de testimonio gráfico de la plaza poco tiempo antes de que el puente de San Antón sucumbiera a la piqueta municipal. Y a estos primeros años en Bilbao pertenecen también otros cuadros que permiten conocer la fisonomía de la Villa y sus alrededores en los años previos al desarrollo del ensanche, como es el caso de Camino de sirga del Campo Volantín y los Astilleros de la Salve (c. 1868, Colección particular) y Vista de Abando y los Astilleros de Arana (c. 1870, Colección particular). Ese Bilbao romántico, pequeño y con el campo a dos pasos de las siete calles, que despertaría la nostalgia plástica y literaria de la generación de entre siglos.

La modelo de la pintura podría ser la misma protagonista de Aldeana bajando de Begoña (c. 1876-1880, Colección particular), pintada en algún momento cercano al regreso de su estancia en Bergara (Gipuzkoa) con motivo de la tercera guerra carlista. Esta segunda obra permite entender a Lecuona no exclusivamente como creador de arquetipos, sino también como adaptador de los concebidos por otros artistas, ya que la postura de la campesina, con una cesta sobre la cabeza y otra a la cadera, revela una filiación con aquella que lleva sus productos al mercado en la litografía De las cercanías de Bilbao de Bringas. (Mikel Lertxundi)

Bibliografía seleccionada

• Plasencia, Antonio. Catálogo de las obras de pintura y escultura del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Bilbao, Imprenta Provincial, 1932. p. 22, n° cat. 55. (Con el título Aldeana vizcaína en el mercado, y atribuido a Antonio Lecuona)
• Lasterra, Crisanto de. Museo de Bellas Artes de Bilbao : catálogo descriptivo : sección de arte antiguo. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1969. p. 67, n° cat. 146. (Con el título Aldeana vizcaína en el mercado, y atribuido a LECUONA Y ECHANIZ, Antonio María).
• De Goya a Gauguin : el siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2008. pp. 221-223, n° cat. 32.
• Guía Artistas Vascos. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2008. pp. 20-21.
• Gida Euskal Artistak. Bilbao, Bilboko Arte Eder Museoa, 2008. pp. 20-21.
• Guide Basque Artists. Bilbao, Bilbao Fine Arts Museum, 2012. pp. 20-21, n° cat. 6a.
• Fornells, Montserrat. Gipuzkoako pintore erromantikoak = Pintores románticos guipuzcoanos [Cat. exp.]. Donostia-San Sebastián, Kutxa Fundazioa = Fundación Kutxa, 2013. pp. 26-27, 115, 124.
• Antonio María Lecuona, 1831-1907 : pionero del costumbrismo vasco [Cat. exp.]. Bilbao, Bilboko Arte Ederren Museoa-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2015. pp. 64-65, 94, il. 22, n° cat. 28.