Colección online y Banco de imágenes

Hokusai fue un gran paisajista, especializado en la representación del monte Fuji, que fue uno de sus principales temas de inspiración. En este bello surimono aparece la inconfundible silueta de la montaña sagrada de Japón como fondo de la detallada descripción de la visita de un viajero a la tienda de un artesano en Año Nuevo. La presencia de pinos y ciruelos es señal de buen augurio al comienzo del año. El viajero se ha detenido en su camino y se dispone a disfrutar del placer de fumar tabaco en su pipa kiseru y degustar una taza de té. Lleva en su equipaje una rama de ciruelo en flor, símbolo estacional que anuncia la llegada próxima de la primavera. En el establecimiento podemos ver a un maestro artesano, quien, gracias a un torno manual que hace girar una de sus asistentas, da forma regular anillada a unos pequeños trozos de marfil, posiblemente para elaborar los netsuke para los inro u otro tipo de pequeña pieza. Tanto el artesano como sus tres ayudantes cubren sus cabellos con un pañuelo para evitar mancharse con el polvo que produce el torneado. Por esto, la acción se ha trasladado junto al engawa o pequeña terraza que une la casa con el exterior. También se ha dispuesto un biombo que está adornado con varios diseños artísticos, uno con forma de abanico, otro con ramas de bambú, otro con ramas de ciruelo, una pintura con una composición floral ikebana y, arriba a la izquierda, un surimono con poemas y un amanecer sobre un paisaje de pinos, tema que simboliza el Año Nuevo. La estampa formó parte de un álbum titulado Sandara kasumi (La niebla de Sandara), que fue encargado a Hokusai por el club de poesía Kasumi en 1798. (David Almazán, 2014)

Bibliografía seleccionada

• Arte japonés y japonismo [Cat. exp.]. Bilbao, Bilboko Arte Ederren Museoa-Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2014. pp. 223, 225, 300-301, n° cat. 87.