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Leroux presentó en el Salón de los Artistas Franceses de 1888 entre otras obras una Rebeca. En relación a estaRebeca en broce, la obra original, a partir de la cual se realizó, posiblemente se corresponda con la escultura del Museo de Bilbao, que, a su vez, al estar ejecutada en mármol, se puede considerar un ejemplar especial dentro de la producción de Leroux. Además, adquiere una mayor importancia si se considera que entre las obras del escultor exceptuando retratos y encargos insitucionales, apenas hay localizados obras que no estén realizadas en bronce. Asimismo, de la Rebeca realizada en este material, también existen numerosas unidades, que mantienen las mismas dimensiones que la del Museo y presentan, normalmente, una pátina de color aplicada sobre la superficie (Sothebys, 18 de abril de 2008, lote 204). También se ha localizado una versión de menor tamaño, quizá realizada debido a su éxito comercial, en bronce, plata y oro (Freemans, 20 de septiembre de 2007, lote 485).

Por su parte, la escultura del museo, realizada según Rémus-Savès en torno a 1892, estilísticamente guarda relación con los cánones estéticos implantados por el gusto oficial de la época. La obra, desde el punto de vista plástico, es compacta, frontal y hierática, academicismos que solamente se dulcifican por los numerosos detalles que la conforman y por la actividad banal que desempeña la figura. En cuanto a la representación de Rebeca, Leroux la extrajo del Antiguo Testamento y, aunque dentro de la producción conocida del escultor no se encuentran temas bíblicos, se halla acorde con los parámetros estilísticos del orientalismo. Por su parte, a lo largo de la historia del arte, esta figura mesiánica se ha empleado como símbolo del sagrado matrimonio y de la providencia divina. [Javier Novo González, 2008]

Bibliografía seleccionada

• De Goya a Gauguin : el siglo XIX en el Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2008. pp. 378-380, n° cat. 76.