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Dentro de las enseñanzas que formaban parte de la asignatura de Dibujo de Adorno y Figura de la Sección Cuarta que se impartía en la Escuela Central de Artes y Oficios de Madrid, la realización de dibujos a partir de litografías constituyó una práctica habitual para la instrucción del alumnado. Normalmente, estas litografías procedieron de otros centros artísticos extranjeros, como fue el caso del célebre Cours de Dessin del pintor francés Charles Bargue, que se empleó en las más prestigiosas academias de París. Se trataban de ejercicios a lápiz o a carboncillo sobre pliegos de papel de diversos tamaños que les procuraban, llegado el caso, la base necesaria y sustentadora de una futura actividad artística, siempre dentro de una concepción rigurosamente académica de dicha labor.

Aunque la representación del cuerpo humano solía tener una acusada preeminencia en los ejercicios que el alumnado realizaba en la Escuela, no faltaron las representaciones de motivos paisajísticoos, de los que este dibujo de Ramón de Zubiaurre es buen ejemplo. En él puede apreciarse un denso arbolado que cubre una estructura de traviesas de madera azarosamente dispuestas. La composición evoca la realidad de un paisaje cualquiera, sin determinar, y los trazos mediante los que el pintor lo ha representado traslucen la impericia propia de un joven estudiante de dibujo, aún en proceso de afianzamiento y resolución en el manejo del lápiz. Ello es especialmente perceptible en el tratamiento del ramaje que cubre parte del conjunto de los listones, a cuyo trazo nervioso e ingenuo se suma la dureza de unas sombras sin difuminar, lo que determina la existencia de contrastes en la intensidad de las mismas, carentes de la suave gradación tonal que hubiera conferido un mayor verismo a la representación. Se trata, por tanto, de un ejemplo de la actividad artística más temprana del pintor, la correspondiente a su formación en la Escuela Central de Artes y Oficios de Madrid. Institución en la que fue matriculado cuando contaba once años de edad, en 1893, y en donde permaneció hasta 1897, año de su ingreso en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando. Como en el caso anterior, también aquí ejecutó dibujos de parecidas características, algo que hoy dificulta la efectiva diferenciación de los trabajos que realizó en un centro y otro. Si bien, puede concluirse que en ambos casos le permitieron adquirir unos conocimientos prácticos sin los cuales hoy resultaría difícilmente justificable y comprensible su importante producción pictórica. (Rebecca Guerra Pérez, 2009)

Bibliografía seleccionada

• Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp. 190-191, n° cat. 73.