Heracles en reposo - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Heracles en reposo

Anónimo. Siglo III d. C

Bronce

5,92 x 2,87 x 1,28 cm

Siglo III

82/848

Donación de doña Mercedes Basabe, viuda de don Manuel Taramona, en 1943

Figura de Heracles en pie. Está asentado sobre la pierna izquierda levemente flexionada y adelantada para dejar descansar el mayor peso del cuerpo sobre la clava que lleva alojada bajo la axila izquierda. La pierna derecha está retrasada y se sitúa casi en línea con la izquierda, de modo que el torso adquiere un giro muy acusado para quedar de perfil, lo que hace que la cabeza deba volverse hacia el lado contrario para quedar enfrentada al especLa musculatura está elaborada con precisión, pero suavizada en la fortaleza que caracteriza a este tipo de representaciones, lo que permite componer una imagen más atlética. El brazo derecho se vuelve tras la espalda en el gesto habitual de sostener las frutas del Jardín de las Hespérides, pero en este caso se ha roto por encima del codo y no puede apreciarse cuál sería su posición exacta. El brazo izquierdo cae arqueado para dejar cabida bajo él a la clava colocada en vertical, que es apreciabledelgada y está cubierta con la leonté, een la que se representan con detalle la cabeza y los mechones de la melena. Bajo el extremo de la clava debía de existir una roca que permitiría su apoyo, pero se habrá perdido unida a la peana de la figura, aunque también puede ocupar este lugar el bucráneo que recuerda la empresa de los bueyes de Gerión. La cabeza es voluminosa y el cabello queda recogido en un anillo que la rodea desde la frente hasta la nuca para dejar lisa la superficie del cráEl rostro está bien proporcionado, con las facciones serenas, aunque el desgaste del molde hace que se difulos detalles de la barba. Los ojos son excesivamengrandes y rasgados con aristas más vivas, por lo que parecen corresponder a un retoque realizado para reforzar los rasgos.

Este tipo de Hércules en reposo tiene una larga tradición en la estatuaria clásica que se inicia en el prototipo creapor Lisipo, con base en una famosa pintura de Apeles que representaba a Heracles en Arcadia, en la que ya el héroe adoptaba una actitud relajada y pensativa. El momento de la vida de Heracles que se representa es su fase final, en la que una vez cumplidos todos los Trabajos, sabe que va a concluir su existencia terrenal para pasar a compartir la gloria de los olímpicos. La proeza que proporó a Heracles esta última victoria fue la obtención de los frutos dorados que custodiaban las Hespérides en un jardín situado más allá de las Columnas y que eran, precilos frutos de la inmortalidad. Hay distintas verliterarias del episodio y de la forma en la que Heracles consiguió su objetivo, tras el que se solía narrar que entregó los frutos a Atenea para que los devolviera a su lugar, y que fue Atenea quien consiguió que Zeus admitiera a Heracles en el Olimpo. Hasta el siglo V a. C., el arte griego representaba este asunto de diversas forpero Heracles se mostraba en pie o sentado, con los frutos en la mano izquierda extendida hacia delante, con los que hacía patente su triunfo. La aportación de Lisipo al tipo iconográfico fue la adaptación formal del Heracles en Arcadia de Apeles a un Heracles "hespérico", que oculta los frutos tras la espalda en el momento de medisobre las consecuencias que va a tener para su futuro todo lo ocurrido. Esta idea le permitía al escultor concebir una figura que no es posible comprender sólo con la visión frontal, sino que obliga al espectador a girar a su alrededor para descubrir lo que Heracles sostiene tras la espalda con la mano derecha y comprender su actitud.

El Heracles con los frutos en la espalda creado por Lisipo se convirtió en una de las esculturas más admiradas y reproducidas en la Antigüedad clásica, y su versión más famosa es la que se encontraba en las termas de Caracalla de Roma, donde se descubrió en el siglo XVI y pasó a la colección de los Farnesio, para ser luego adquipor el entonces rey de Nápoles y luego monarca español Carlos III, quien la llevó al museo creado por él, y donde aún se conserva sin haber dejado de ser conocida siempre como Hércules Farnesio. En la Edad Moderna ha sido también admirada especialmente, de modo que Winckelmann llegó a afirmar que era la mejor obra de toda la estatuaria clásica.

Lisipo realizó varias versiones de la escultura con ligeras variantes, por lo que en la actualidad se suelen diferentres modelos: el de Argos, el de Sulmona y el Farnesio, que habrían sido creados en ese orden cronolóDe todos ellos hay abundantes réplicas en bronces pequeños, y presentan variantes y mezclas de rasgos que extienden mucho las posibilidades de clasificación. En una ordenación más amplia de todas las variantes del Heracles en reposo, nuestra figura podría encuadrarse junto al bronce conservado en el Museo de Bellas Artes de Rennes, que también tiene la cabeza con la mirada dirigida hacia el frente y una clava delgada. La posible presencia de un bucráneo como soporte de la clava permiía relacionarlo con algunas esculturas encontradas en Hispania que parecen tener presente el trabajo del robo de los bueyes de Gerión como símbolo local, y cuyo procolosal en mármol es el llamado Hércules de Caserta. Éste se conserva en el palacio levantado por Carlos III en aquella ciudad inmediata a Nápoles, y apareó también en las termas de Caracalla, haciendo pareja con el llamado Farnesio, al que acompañó luego en el palacio romano de la familia, donde los adquirió el futuro monarca español, aunque siempre fue mucho menos apreLos estudiosos italianos prefieren llamar Hércules itálico al Hércules de Caserta, por considerar que la cabede toro hace referencia al episodio de la lucha contra Caco, pero si se recuerda que los toros por los que dispuambos personajes eran los del tartésico Gerión, parece más oportuno reconocer en esta imagen una superposición de los símbolos de dos hazañas hercúleas, la de los bueyes y la de los frutos, que tuvieron su esceen los mismos parajes distantes que se abrían más allá del Mediterráneo, atravesadas las Columnas de Hércules.

Este Heracles en reposo es de indudable buena calidad en su configuración, aunque debe de haber perdido parte de los detalles anatómicos en su paso por sucesivos moldes y copias. La disposición de la musculatura no alcanza, en cualquier caso, la impresionante potencia de la del Hércules Farnesio y responde a unas proporciones más atléticas que dan también un aire más humanizado al personaje. En cuanto a la postura, la forma en la que descansa la pierna izquierda, bien aplomada y sin que el cuerpo llegue a rebasar su alineación para mantener un equilibrio de apoyo entre la pierna y la clava, se puede considerar un tipo más antiguo y precedente al Farnesio, en el que el mayor peso del cuerpo se hace reposar sobre la clava, lo que provoca una mayor inclinación y torsión de la figura. Por ello, debemos adscribir nuestra figura a las derivaciones del tipo Argos, es decir, al primero de los creados por Lisipo, en el que aún se conserva parte de la disposición clásica del siglo V en la mirada hacia delante de Heracles, que no alcanza aún la concentración de la mirada baja que ofrecen los tipos Sulmona y Farnesio. Debe hacerse notar que, a pesar de lo desdibujado de la anatomía, se trata de una obra de notable calidad y quiás la más cercana, dentro de toda la colección, a la labor de un buen escultor y no de un simple artesano. (Ramón Corzo, 2011)

Bibliografía seleccionada

  • Corzo Sánchez, Ramón. "Bilboko Arte Ederren Museoko antxinako brontzeak : Taramona-Basabe bilduma = Bronces antiguos del Museo de Bellas Artes de Bilbao : la colección Taramona-Basabe = Antique bronze figures at The Bilbao Fine Arts Museum : Taramona-Basabe Collection", Addenda, n° 1. 2011. pp. 209-214, n° 27.