Al mercado - Museo de Bellas Artes de Bilbao

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Al mercado – 85/166

Ortiz de Urbina, Lucio

Bilbao, 18/02/1892 - Bilbao, 19/06/1986

Acuarela, carboncillo y grafito sobre papel

24 x 28,7 cm

L.O. Urbina (ángulo inferior izquierdo)

Primera mitad de siglo XX

85/166

Donación de doña Francisca Urra González en 1985

Estas cuatro obras testimonian cómo Lucio Ortiz de Urbina dejó definitivamente aparcados los aires modernos que le envolvieron durante su estancia en París, periodo de aprendizaje que tuvo un final precipitado con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Los temas que dominaron buena parte de la exposición organizada a su regreso en la sala de la Asociación de Artistas Vascos -aquellos bohemios, aquellas "muchachas héticas, paliduchas de Montmartre, con su mirada gatuna, con sus tocados inverosímiles, con su sensualidad morfinaica"- dieron paso en décadas posteriores a una creación en la que dejó de lado temas y lenguajes más personales.

Las cuatro son obras destinadas a un comercio que se nutría de estampas vascas muy del gusto de un público poco exigente en lo temático y estético y que había asimilado ya las fáciles coordenadas del género gracias, en parte, a que fueron popularizadas en varias series de postales ilustradas por artistas como José Arrue, Ángel Cabanas Oteiza, Carlos Landi, David Álvarez o Luis Boada. De hecho, A la romería guarda evidentes analogías con la postal del mismo título que Carlos Landi ejecutó en la década de 1920 para una de las series publicadas por Gráficas Laborde y Labayen de Tolosa. Los personajes principales de ambas obras, al margen de diferencias fisonómicas y de ropajes, aparecen dispuestos de forma muy similar: la pareja de jóvenes aldeanos a la izquierda, con sus manos entrelazadas, y el tamborilero a la derecha. Las similitudes continúan en el fondo, donde, además de una ermita prácticamente igual, encontramos a los romeros que a lo lejos avanzan danzando con los brazos al viento.

Las aldeanas que llevan sus productos en Al mercado, una escena desarrollada a modo de friso, son absolutamente tópicas, como también lo son sus Sardineras. Éstas se presentan como una galería de tipos y actitudes que en algunos casos rayan la reducción alegórica. Véase la repetición del modelo en las dos mujeres del primer plano, dispuestas casi a modo de estatuas y con mínimas variantes entre ellas. Es probable que emplease este patrón con asiduidad en este tipo de obras. De hecho, la sardinera con el cesto sobre la cabeza parece la imagen especular de otra incluida en una escena de pescadores, ejecutada al óleo, también conservada en el Museo (N.º inv. 84/70).

En Bilbao romántico, en cambio, Ortiz de Urbina recrea una visión urbana, aunque también exenta de cualquier originalidad, pues está claramente vinculada a las propuestas difundidas hasta la saciedad por Manuel Losada. El esquema reproducido es el habitual: una o varias jóvenes con mantilla pasean frente a paisajes vinculados al Bilbao previo a su expansión urbanística, que en este caso puede identificarse en la iglesia de San Antón y su antiguo puente, destruido en 1882.

En las acuarelas, el empleo de una marcada línea de cierre y de un colorido brillante con escasas variaciones tonales puede atribuirse a la influencia de los proyectos que estaba habituado a desarrollar para la casa Vidrieras de Arte de Bilbao o incluso a que fueran efectivamente propuestas para ser trasladadas al vitral. En Sardineras, en cambio, pese a mantener el protagonismo del dibujo, introduce una mayor riqueza de matices. (Mikel Lertxundi)

Bibliografía seleccionada

  • Últimas décadas del siglo XIX-primera mitad del siglo XX : de Cézanne a Léger : colección Museo de Bellas Artes de Bilbao [Cat. exp.]. Bilbao, Museo de Bellas Artes de Bilbao, 2009. pp.254-256, 258-259, n° cat. 105.