Divagaciones de un transeúnte - Museo de Bellas Artes de Bilbao

Visita participativa

Divagaciones de un transeúnte

Microrrelatos VI

Tomando el título de un conocido libro de Alejandro de la Sota Aburto, esta visita participativa por las nuevas exposiciones del museo propone cartografiar el Bilbao de 1900 hasta el estallido de la Guerra Civil, en el que el diletantismo, la vida social, el ocio y las novedades de las corrientes internacionales acabarían por definir la efervescente vida cultural de esos años.

Fechas:

04-07-2024

Hora:

18.00 h

Precio:

Amigos del Museo: 2€ / General: 4€

Idioma/s:

Castellano

Lugar:

Museo de Bellas Artes de BilbaoMuseo Plaza, 2.

Para quién:

General, Amigos del museo

Inscripción/ entradas:

PLAZAS AGOTADAS

Aforo:

Limitado

  • Visitas guiadas

En 1920, Alejandro de la Sota publicaba el ensayo Divagaciones de un transeúnte -con ilustraciones de Aurelio Arteta y recogido en la revista Hermes– en el que daba testimonio de su regreso a Bilbao, tras su estancia en Londres. Esta crónica recoge una serie de impresiones, reflexiones y, en todo caso, “divagaciones” del propio Alejandro de la Sota al redescubrir ese Bilbao de los años 20: el ocio a través de las fiestas populares, teatros, cines, cafés, conciertos y restaurantes; las tardes de sol con los veraneantes urbanos en parques y a la sombra de las Siete Calles; la vida bohemia y el impacto social de la moda; las playas del Abra y su Club Marítimo junto a la creación de otras asociaciones artísticas e instituciones; o la relación personal de Sota con Guiard, Zuloaga y Arteta, entre otros artistas del momento.

En este marco, Bilbao protagonizaría su momento de despegue, no sólo económico sino cultural y, por ende, social. Así lo expresaba la revista Hermes desde las señales más accesibles de la evolución que la ciudad iba dejando sentir, y sus intérpretes más destacados transcribieron. Ese otro Bilbao popular, de sectores no estrictamente obreros, sino medioclasistas y burgueses, también se erigió en demanda de la sociabilidad, de lo festivo, el ocio y la convivencia. Una crónica muy personal -la de Alejandro de la Sota- que nos permite asomarnos a la cultura y sociedad vasca de principios del siglo XX, de la que también dieron testimonio importantes voces como la de Miguel de Unamuno, Blas de Otero o -más recientemente- Kirmen Uribe.

Redescubrir esos retratos literarios de la ciudad y sus alrededores nos brinda una oportunidad para profundizar en las distintas capas de lectura que ofrecen estas dos exposiciones. O como ya indicaba el prólogo a cargo de Joaquín de Zuazagoitia en 1920: “Bilbao es ya lo suficientemente grande para que su vida se haya complicado y matizado, y es lo suficientemente chico para que un bilbaíno pueda abarcarlo desde Achuri hasta el Abra en una sola mirada. Y es que aquí apenas hay círculos; sólo hay uno, como una gran cuerda de aurresku, en el que todos andamos cogidos de la mano”.