Cuando lo siniestro, algún día fue familiar - Museo de Bellas Artes de Bilbao

20 y 27 de noviembre

Cuando lo siniestro, algún día fue familiar

Microrrelatos VII

El hábito de la lectura ocupó un importante lugar en la vida y trayectoria de Juan Luis Goenaga. Algo que contribuyó a constituir una magnífica biblioteca personal que incluso acabaría captando el cineasta Woody Allen. Dicha biblioteca reunía catálogos de arte, arqueología, geología o arte rupestre… pero también las voces de otros grandes autores como Pío Baroja, José Miguel de Barandiaran, H.P. Lovecraft o Edgar Allan Poe, cuyos imaginarios y atmósferas acabarían resonando en las obras del propio Goenaga.

Fechas:

20-11-2024 27-11-2024

Hora:

18:00 h

Precio:

- Amigos del Museo: 2€- General: 4€

Idioma/s:

Castellano

Lugar:

Museo de Bellas Artes de Bilbao. Museo Plaza, 2

Para quién:

General, Amigos del museo

Inscripción/ entradas:

- Primer pase: 20 de noviembre- Segundo pase: 27 de noviembre

Aforo:

Limitado

  • Visitas guiadas

No resulta difícil imaginar a Juan Luis Goenaga inmerso en ese aislamiento autoimpuesto en Alkiza y abierto a esa amalgama de percepciones y sensaciones generada por la más recóndita naturaleza. El disfrute del silencio en ese paraje natural contribuyó a marcar un importante hábito de lectura: mientras que las noches las dedica a la producción artística, durante el día contempla esa particular atmósfera natural retroalimentada por la atmósfera misteriosa recogida en algunos de sus libros más queridos.   

En obras de Goenaga como Sustraiak (1971) o Itxurain (1976) podemos advertir una serie de formas -tan telúricas como abstractas- que subrayan su voluntad por establecer puentes entre distintos planos: entre lo tangible y lo intangible, entre la realidad y lo espectral, entre lo prehistórico y lo mágico. Binomios que marcan la esencia de los cuentos y relatos de Edgar Allan Poe y H.P.Lovecraft.  

Ambos amaron antes las ruinas del pasado querido que las construcciones nuevas de un presente odiado. Tal y como Poe explicitó al inicio del relato de La Caída de la Casa Usher: “El castillo en ruinas no era sino el palacio encantado de su propia mente”. Por su parte, Lovecraft construyó todo un universo literario marcado por los mitos y ciertas formas grandiosas de la naturaleza que parecen sugerir una mano prehumana. Hay una búsqueda por lo primigenio, que entronca con la misma esencia de la obra de Goenaga.    

Es hora de desenterrar esas raíces, de volver a esos orígenes y descubrir así, que lo siniestro… algún día también fue familiar.