"Este cuadro lo pintó Ucelay durante su exilio en Londres"

María Amezaga, de Comunicación del Bellas Artes, destaca 'Naturaleza muerta'

Un reportaje de Maite Redondo   |   Foto: José Mari Martínez
Sábado, 22 de septiembre de 2018

María Amezaga, del departamento de Comunicación del Bellas Artes, lleva 28 años trabajando en el museo bilbaíno, pero confiesa que se sorprendió este verano cuando vio la selección de las 110 obras que configuraron la exposición 110 Años, 110 Obras. "Me encantó cómo estaba dispuesta, me permitió una nueva visión de la colección de la pinacoteca". (El museo se encuentra en estos momentos cerrado por reformas hasta el 5 de octubre, día que se cumplen 110 años de su apertura a la sociedad).

María Sánchez, visitante malagueñaMaría Amezaga estudió Historia e hizo dos cursos de doctorado en la Universidad de Deusto y su pasión por Francisco Durrio le llevó a investigar a París, tras lo cual desarrolló su tesina sobre el escultor. Confiesa además su admiración por algunos de los artistas coetáneos vascos de Durrio, como José María de Ucelay, del que destaca una de las obras que pertenece al museo, Naturaleza muerta.

"Me gusta la composición, cómo está estudiada la luz, me relaja, quizás por la paleta de colores, que son muy tranquilos. En la mesa hay tres elementos, una fuente, un jarrón de estilo oriental, con unas ramas, cada una tiene sus flores con detalles, y unas agujas de hacer punto. Ucelay era admirador de la cultura oriental, tenía una colección de objetos chinos y japoneses y los incluía en sus naturalezas muertas: las cajas chinas, los abanicos... Además, me gusta esa sensación que parece que las ramas se van a salir del cuadro, quizás ese fondo neutro ayuda a que sobresalgan", explica. En el museo hay varias obras de Ucelay, entre ellas, Escena de conversación, ocio o Hemingway y Duñabeitia.

José María de Ucelay,
Naturaleza muerta, c. 1938-1949
Nacido en Bermeo, aunque su familia se trasladó cuando él era un niño a Bilbao, fue nombrado en 1936 director de Bellas Artes del Gobierno Vasco y fue comisario del Pabellón Vasco de la Exposición de París de 1937. En 1939 se exilió a Londres, donde permaneció hasta 1949. Precisamente, Ucelay pintó Naturaleza muerta en Inglaterra, donde le realizaron además muchos encargos sobre todo de temática marinera, aunque fue también muy buen retratista. Ucelay tenía su estilo propio", explica María Amezaga.


Al regresar de Londres, se instaló en Busturia, en su casa de Chirapozu, donde residirá hasta su muerte. Participó en numerosas exposiciones, en el País Vasco, en Madrid... Las continuas crisis personales y las dificultades artísticas hicieron que Ucelay se recluyese en 1969, en su casa familiar. En su última etapa se dedicó a la pintura de caballete y participó en las más importantes exposiciones bilbaínas hasta que falleció en el año 1979.