"Cuando venía de estudiante buscaba esta obra de Saura"

Itziar Gutiérrez elige 'Las tres gracias', en la que Saura rompe todas las nociones convencionales de belleza.

Un reportaje de Maite Redondo   |   Foto: Oskar González
Sábado, 7 de julio de 2018

Itziar Gutiérrez Hernández es becaria de la Fundación Gondra Barandiarán en el Departamento de Educación. "He estado durante todo el curso en el museo, completando una etapa formativa y profesional de diez meses", explica esta joven de Andoain, de 26 años, que ha estudiado Historia del Arte y se ha especializado en Educación.

Itziar Gutiérrez, becaria¿Por qué elige Las tres Gracias de Saura de las 110 obras que se exponen en el Bellas Artes de Bilbao con motivo de sus 110 años? "Porque me conecta con un sentimiento que tenía en mi época de estudiante. Normalmente, siempre se empiezan los recorridos por el arte antiguo, pero yo esperaba llegar a la sala de las paredes blancas, que es donde normalmente se expone el arte contemporáneo, girarme y encontrarme con esta obra. Estos días intentaba pensar porqué me atraía tanto la obra de este artista y creo que era, en parte, por el contenido. El artista representa a las tres gracias, pero no de la manera tradicional, como a las musas mitológicas bajo los cánones de belleza habituales. Saura desmonta esos cuerpos femeninos de una manera muy violenta. A nivel plástico, por lo gestual, por esa impronta de pincel, la obra resulta muy atractiva. Desde una cierta distancia, se percibe de una manera más figurativa. Pero, a medida que te vas acercando, percibes lo más abstracto de la obra", explica esta joven. Itziar se decanta por esta obra porque destaca también la presencia de la mujer en el arte.

SINGULARIDAD

Antonio Saura
Las tres Gracias, 1959
La incorporación de Las tres gracias a la colección en 2001 cubría la ausencia hasta entonces de Saura en el museo bilbaíno. La pinacoteca cuenta con una importante representación del arte informalista español y, en especial, de los integrantes del grupo El Paso, del que el propio Saura fue fundador junto a Manuel Millares, Rafael Canogar y Luis Feito. Las tres gracias (1959) está formada por tres paneles independientes, que forman una obra de 195 por 292 centímetros, en los que se reconocen tres figuras femeninas, formadas por enérgicos trazos negros.

El pintor reconocía la singularidad del tríptico en su carrera artística. A diferencia de la habitual representación independiente de la figura humana en su obra, son tres los cuerpos representados. Saura no siguió ni la iconografía tradicional ni la utilizada en Las tres gracias, de Rubens, sino que mantuvo separadas a sus tres figuras, solo unificadas por el estilo pictórico.

El BBVA compró Las tres gracias a un coleccionista privado británico por 76 millones de pesetas, y se la entregó a la Hacienda Foral como pago de sus obligaciones fiscales. En 2001 fue aportada por la Diputación a la pinacoteca bilbaina.