"Los colores dan un toque de alegría al cuadro de Lekuona"

La tinerfeña Elisa Sagaseta elige `Sin título' como su obra favorita del Museo de Bellas Artes de Bilbao

Un reportaje de Asier Carnero   |   Foto: Oskar González
Sábado, 18 de agosto de 2018

La tinerfeña Elisa Sagaseta visitó hace unos días la exposición 110 Años 110 Obras en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Según comentó a DEIA, "es la primera vez que piso el suelo de Bilbao y el primer contacto que tengo con el Museo de Bellas Artes de Bilbao".

Elisa Sagaseta, visitante tinerfeñaLas obras expuestas en la galería forman un mosaico de cuadros y esculturas de diferentes épocas y estilos, que hacen que la ruta por la exposición sea mucho más amena. "Es entretenida y divertida porque es muy diversa. A mí me gusta porque en la galería puedes encontrar pinturas y esculturas de diferentes estilos, como el cubismo y el impresionismo", señaló Sagaseta.

A esta canaria le gustaron más las obras del primer piso de la pinacoteca, que corresponden a la época contemporánea, "porque tienen mucha más luz y no son tan tenebrosas como los de la planta baja. Además, en el piso inferior las obras son más antiguas". De entre todos los cuadros expuestos, Sagaseta eligió el lienzo Sin título. del artista Nicolás de Lekuona como su favorito. "La obra es abstracta y parece que se ve un árbol o por lo menos se ve su silueta y a lado, una persona. Está en un parque y parece que está sentada en la naturaleza. La obra muestra la sintonía del árbol y la persona con la naturaleza", destacó Sagaseta

>Nicolás de Lekuona
Sin título, c. 1936
Los colores negro, azul y verde, que son colores fríos, dominan en la obra, pero esto no le disgustó a Elisa Sagaseta, es más, le atrajo que la obra tuviera estas tonalidades. Según explicó, "los colores me gustan mucho porque le dan un toque de alegría al cuadro". Esta canaria salió "contenta" de la pinacoteca y recomienda la visita a la galería. Además, destaca que "está muy bien situada, es amplia y tiene una buena disposición".

EL AUTOR

Nicolás de Lekuona nació en Ordizia en el año 1913 y murió en Fruiz en 1937. Desde el inicio, sus intereses difirieron de los del resto de los pintores vascos contemporáneos. Durante los últimos años de la Segunda República su obra pictórica experimentó una profunda transformación. Pasó de plasmar objetos extraídos de la vida cotidiana y de su entorno más inmediato a pintar formas y seres pertenecientes al ámbito de la imaginación, los sueños y las fantasías.