"El papel asignado a la mujer en la época de Larroque era el de madre"

La historiadora del arte Blanca García, de Zaragoza, se detiene ante 'Maternidad' del pintor bilbaíno

Un reportaje de Maite Redondo   |   Foto: José Mari Martínez
Lunes, 10 de septiembre de 2018

Ángel Larroque (Bilbao, 1874-1961) fue un artista de la segunda generación de pintores vascos, contemporáneo de Arteta, Mogrobejo o los hermanos Zubiarre. Fue precisamente el Bellas Artes el que sacó del olvido a un artista formado en el París efervescente de finales del XIX gracias a una de las primeras becas de la Diputación. El Larroque adolescente bebió hasta saciarse del simbolismo francés de la mano de Eugéne Carriére y se trajo bajo el brazo obras que le situaron como una promesa, entre ellas, La maternidad.

Blanca García, historiadora del arteEn el cuadro, que configura parte de la exposición que el Bellas Artes exhibe con motivo de su 110 aniversario, una joven madre está recostada sobre un sofá Thonet, aportando reposo y protección al hijo dormido. "El papel de la mujer a finales del siglo XIX todavía estaba sujeto al de hija, esposa y madre. Es una época en la que empieza el movimiento sufragista, aunque en España el voto de la mujer llegó más tarde. En este cuadro tenemos a una mujer que es una adolescente, que muestra signos de preocupación. Contrasta con el niño que está relajado, confiado; en cambio, ella nos transmite preocupación por tener que sacar adelante a su hijo, siendo prácticamente una niña", explica Blanca García, una historiadora del arte de Zaragoza, que ha estado estos días en Bilbao.

Ángel Larroque
'Maternidad', c. 1895
Ella contempla la exposición con ojos de mujer. "La modelo de Larroque tiene ese punto conmovedor de alguien que asume su papel de madre. La actitud del niño es de total abandono, de plena confianza". Para esta historiadora del arte, Larroque trató este tema con mucha delicadeza "representando a esta mujer, en su papel de cuidadora, cuando todavía no tiene edad suficiente, aunque pertenece a una familia bien acomodada, como se puede apreciar en el lujoso mueble, que se percibe en el lienzo".

A Blanca García siempre le ha interesado estudiar el papel que han ocupado las mujeres en el arte, no solo como objetos de representación, sino también como creadoras. "Hubo mujeres en el Siglo de Oro pintoras en España y en Italia, pero siempre subordinadas al papel de ayudante. A lo mejor hay por aquí colgada alguna obra que está pintada por una mujer y está firmada por un hombre", reivindica.

Hijo de un pintor decorador, Larroque ingresó en la Escuela de Artes y Oficios con 12 años. En 1899, viviendo en Madrid, visitó el Prado asidua- mente. Establecido en Bilbao desde 1908, volvió como profesor a la Escuela de sus inicios en 1924 y siempre contribuyó a la vida cultural bilbaína. El arte de Larroque se movió siempre entre tradición y vanguardia, como demuestra este cuadro de La maternidad.