"Estas mujeres de Guinea parecen muy enfadadas, no son de aquí"

Gemma Aranguren y Juan Labrador destacan 'Gente' del artista bilbaíno, de la colección del Bellas Artes
Un reportaje de Maite Redondo | Foto: José Mari Martínez
Miércoles, 19 de septiembre de 2018
A Gemma Aranguren le vienen a la mente muchos recuerdos en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Esta bilbaína tenía solo 12 años cuando se marchó con su familia a vivir a Segovia, y de ahí a Madrid, donde reside en la actualidad. "Entonces, no tuve oportunidad de conocer esta pinacoteca, pero siempre me ha interesado el arte. Recuerdo que mis abuelos eran amigos del hijo del pintor Ángel Larroque, de quien este museo tiene también algunas obras. Yo iba con ellos a su casa, que estaba llena de cuadros, pero era tan pequeña que ni me daba cuenta", rememora Gemma que visitó hace unos días el museo, junto con su marido Juan Labrador, natural de Madrid. "No todos tenemos la suerte de nacer en Bilbao", dice bromeando.
Gemma Aranguren y Juan Labrador, visitantes Esta bilbaína comenta Gente, de Anselmo Guinea, uno de los cuadros que formó parte de la exposición 110 años, 110 obras que el Bellas Artes presentó durante este verano con motivo de las once décadas que lleva abierto a la sociedad. DEIA celebrará el aniversario presentando hasta e15 de octubre la colección de la pinacoteca, de la mano de los propios visitantes. "Tengo que reconocer que no había visto nada de este pintor bilbaíno, pero me ha llamado mucho la atención este cuadro. Se nota que no son mujeres vascas, qué cara de enfado tienen", bromea. "En serio, me gustan mucho los colores, el manejo de las luces."
Anselmo Guinea
Gente, 1904 Anselmo Guinea (Bilbao, 1855-1906) es uno de los artistas fundamentales para conocer los orígenes de la modernidad en la pintura vasca. Completó sus estudios en Madrid y, cuando regresó a la capital vizcaína, pintó los personajes populares y los paisajes al aire libre. No tardó sin embargo en viajar a Roma, donde comenzó a desarrollar una obra preciosista con toreros, moros y odaliscas como protagonistas. Una segunda visita entre 1881y18871e volcó en el costumbrismo italiano y lo elevó al éxito. A su regreso a Bizkaia, Guinea se instaló en Lekeitio, donde plasmó lo que había aprendido en Italia y lo transforma en obras de escenas costumbristas vascas. Su contacto con Adolfo Guiard no tardará en conducirle hacia ciertos postulados impresionistas, primero, y hasta el mismo París a (males de 189L Su pintura se hizo entonces más luminosa y fluida, adoptando elementos del impresionismo y del puntillismo. A su vuelta, la ría y la anteiglesia de Deusto se convirtieron en su inspiración, aunque no tardaría en cambiarlos por el valle de Arratia, de donde plasmó escenas costumbristas.
Gente, sin embargo, se enmarca en su obra más personal, en la que los protagonistas son personajes populares romanos. Guinea ambientó la obra en el Ponte Margherita, desde el que se vislumbra el obelisco de la piazza del Popo-lo y los jardines del Pincio, cercanos a la via Margutta, donde el pintor tenía su estudio en Roma.