"Me quedo con 'Lot y sus hijas' del Bellas Artes de Bilbao"

José Ignacio Sánchez, Amigo del Bellas Artes, elige su cuadro preferido de la exposición.
Un reportaje de M. Redondo | Foto: Oskar González
Martes, 19 de Junio de 2018
A José Ignacio Sánchez nos lo encontramos en la Sala BBK, visitando la exposición 110 Años 110 Obras, que el museo presenta con motivo de su 110 aniversario. Cuando le pedimos que nos elija su cuadro preferido, se para frente a Lot y sus hijas, un óleo soberbio de Orazio Gentileschi, pintado en 1628. Lot reposa en brazos de una de sus hijas, mientras la otra, de pie, indica hacia el exterior de la cueva en la que se han refugiado. Las dos expresan la sensualidad del reciente encuentro sexual con el padre.
José Ignacio Sánchez, Amigo del Bellas Artes
"La luz que se proyecta en el cuerpo de las dos hijas es impresionante. Además, hay muchos detalles que se pueden apreciar en el lienzo, como la vasija en la que se ve el vino, la parra, con el racimo de uvas... Incluso si te fijas en la parte de atrás, se percibe Sodoma", explica este aficionado al arte, que fue traductor de inglés durante muchos años y ahora está jubilado. "¿Sabes cuánto costó este cuadro? 8.000 pesetas en 1925, que entonces era dinero", explica José Ignacio.
Confiesa que cuando tuvo la oportunidad de estudiar arte, no lo hizo, "pero después me ha encantado. Y en el fondo, me paso mucha envidia por no poder pintar así. Los primeros artistas que pintaban en las cuevas rupestres ya comunicaban; a mí me gustaría transmitir de esta manera. Incluso artistas como Kandisnky, o Pollock cuentan siempre historias que emocionan, que llegan al corazón".
AMIGO Y COMPROMETIDO
Orazio Gentileschi
Lot y sus hijas, 1628La relación de José Ignacio Sánchez con el Bellas Artes de Bilbao viene desde hace años. "Solía venir los domingos a la mañana, que era gratis. Y cuando pude, y empecé a trabajar, me hice Amigo del Museo. Siento que, de alguna manera, aunque sea de una manera pequeña, ayudo a esta institución. Y, además, pertenecer a este colectivo tiene la ventaja de que puedes acudir a numerosas actividades en torno al arte, que intento no perderme. Incluso se hacen amistades; algunos nos conocemos de asistir a las conferencias, a las visitas, a las inauguraciones... Hemos hecho muy buenos amigos. Y con otros solo nos vemos aquí, pero somos como una familia artística, siempre disfrutamos encontrándonos", explica José Ignacio Sánchez, un gran aficionado al arte y una persona comprometida que da clases de castellano para inmigrantes y fundador hace 45 años -"cuando todavía estábamos en la clandestinidad"- de EHGAM, la primera asociación para la libertad sexual de Euskadi. "Todavía queda mucho camino por recorrer. Ahora estoy en una asociación recién creada, Zaharra, porque la soledad de los gays ancianos es muy preocupante. Se da el caso de que muchos deciden volver a entrar en el armario, porque la homofobia en las residencias es impresionante", denuncia.