"Durrio reivindicó la importancia de la cerámica"

María José Ruiz-Ozaita, jefa de Conservación del Bellas Artes, habla de la importancia del artista para el museo

Un reportaje de Maite Redondo   |   Foto: Borja López
Lunes, 9 de julio de 2018

El Gran medallón con figura, de Francisco Durrio, muestra a Eva desnuda en posición fetal, con la serpiente del Paraíso rodeándola como una orla, de manera amenazadora. Escultor, ceramista, orfebre... Durrio (Valladolid, 1868-París, 1940) fue una figura clave dentro del arte de la primera mitad del siglo XX, tanto por la originalidad de su obra, como por divulgar la innovación artística importada desde París. María José Ruiz-Ozaita, jefa de Conservación del museo Y como recuerda también María José Ruiz-Ozaita, jefa del Departamento de Conservación y Restauración del museo, fue también catalizador de la colonia formada por los pintores vascos como Ignacio Zuloaga, Francisco Iturrino, Juan de Echevarría... y por catalanes residentes en París. Esta ha sido una de las razones por las que esta experta en conservación ha elegido esta pieza entre las 110 obras que conforman la exposición que presenta el museo con motivo del 110 aniversario.

Pero tiene más motivos para decantarse por esta obra. "Además de ayudar a los artistas jóvenes que llegaban a París, Durrio es un poco la conexión, la puerta de este museo con Gauguin. Y una figura muy interesante para el Bellas Artes, que posee veinticinco piezas de él, entre cerámicas y joyas y en el exterior. En el exterior, está también su escultura El Monumento a Arriaga". "Y otro aspecto que me interesaba de esta pieza es que Durrio reivindicaba la importancia de la cerámica, elevándola a la categoría de arte, y no solo como objetos decorativos", añade.

Francisco Durrio
Romería vasca, 1921
La pieza, que también es conocida por El sueño de Eva, fue donada por el escultor bilbaíno Quintín de la Torre a la pinacoteca, en el año 1958, en memoria de la Asociación de Artistas Vascos. "Es una de las donaciones que ha recibido el museo y que han configurado la estupenda colección que posee. En total, un 52% de la colección proviene de donaciones".

María José Ruiz-Ozaita lleva trabajando en el Bellas Artes más de 30 años; por sus manos de conservadora y restauradora han pasado algunas de las obras maestras que se encuentran en la exposición, que está patrocinada por BBK, entre ellas Gran Jardín, de Ruiz Balerdi, que necesitó una importante intervención de restauración de más de 12 meses.