"Parece una fiesta pero en el fondo es una crítica, refleja desencanto"

Los londinenses Dawn y Alan Day consideran impactante 'El camarote de los hermanos marxistas', de Arroyo
Un reportaje de Maite Redondo | Foto: José Mari Martínez
Lunes, 24 de septiembre de 2018
Enmarcado entre burbujas de surrealismo y lingotazos de pop art, el cuadro El camarote de los hermanos marxistas o Retrato del artista adolescente recoge a los hermanos Marx en la película Noche en la ópera. Pero hay algo de inquietante en la obra del madrileño Eduardo Arroyo. A medida que te vas acercando al cuadro, percibes que sus personajes tienen una inicial M y X en la cara, con bocas que parecen banderas, haciendo alusión también al marxismo. En el collage realizado por Eduardo Arroyo en 1991, aparece el hermano Marx mudo, una metáfora que utilizó el pintor madrileño para denunciar que no puede posicionarse políticamente, que le hacen callar.
Dawn y Alan Day, visitantes londinensesDEIA pidió a los londinenses Dawn y Alan Day, que visitaron hace unos días el museo, que explicaran qué les había parecido este cuadro, que forma parte de la colección del Bellas Artes de Bilbao. "No conocíamos a este pintor, ¿es de Madrid?", preguntan. "No se puede negar que llama la atención. Es como recibir una bofetada de una impactante imagen, que, al principio, te parece festiva, pero a medida que te vas acercando y lees el título y vas descubriendo los detalles te das cuenta de que va mucho más allá. Y lo que en principio parecía una fiesta, se convierte en una crítica contra el comunismo y las dictaduras. Resulta inquietante. Nos ha gustado Eduardo Arroyo", aseguran.
Eduardo Arroyo
El camarote de los hermanos marxistas o Retrato del artista adolescente, 1991Dawn y Alan Day reconocen que "solo conocíamos a Miró, aunque tras descubrir este museo y el Guggenheim, que nos han encantado, vamos a interesarnos más por ello, sobre todo, por los artistas contemporáneos", afirma esta pareja, original de Londres, aunque ahora vive en las Midlands. Arroyo nació en Madrid, bajo las bombas, en plena Guerra Civil (1937). Se autoexilió a París hasta que regresó con la democracia en 1976. Arroyo tituló doblemente este cuadro, y puso así en evidencia las referencias cinematográficas y literarias de su origen. Por un lado, como en la secuencia de la película de los hermanos Marx, los personajes abarrotan un camarote. Por otro lado, fue realizada mientras Arroyo finalizaba las ilustraciones para Ulises de Joyce, autor del Retrato del artista adolescente, en donde su protagonista descubre la libertad personal.